Baja la edad de las personas que quieren dejar el alcohol

Ó.C
-

Los mirandeses que luchan por abandonar su consumo cada vez son más jóvenes y la media se queda en los 40 años. Además también es cada vez más frecuente que haya una dependencia de más sustancias

La lucha contra el alcohol es una batalla que se sigue librando en muchos hogares. Esta es una constante aunque desde la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Miranda (Aremi) se están detectando varios cambios en el perfil que se atiende y que acude al centro para dejar atrás los problemas con el consumo. Por su parte, en el día a día, en la primera línea de lucha contra el alcoholismo, se señala en primer lugar que los adictos que cruzan el umbral de su puerta cada vez son más jóvenes. Por este motivo «la media de edad va cayendo» destaca el psicólogo de la asociación Joseba Orueta, quien reconoce que en estos momentos la media de edad «estará en torno a los 40 años». 

Un promedio en el que, como repara Orueta, también hay que tener en cuenta que hay personas que llevan años acudiendo a las terapias de la asociación, lo que hace que la media suba. No obstante, para hacerse una idea de lo que representa este cambio en el perfil, desde Aremi se indica que esta barrera «hace diez años podía estar en los 45». Esta es una realidad aunque desde Aremi tampoco se tiene claro por qué se está dando esta circunstancia. Una de las posibilidades está en que las campañas hayan calado en la sociedad y exista una mayor conciencia con la que asumir antes el problema.

Al margen de esto, otro de los factores que cada vez se detecta más son los «policonsumos». Una adicción múltiple que hace que a pesar de que «las personas se puedan definir como alcohólicos, han ido pasando por diferentes sustancias», resalta Orueta, ante lo que deja claro que desde Aremi «no hacemos diferencias» ya que en este tipo de asociaciones al final lo que se trabaja «son personas, no sustancias».

En cualquier caso, Orueta apunta que este factor también puede estar relacionado con la rebaja en las edades en que se accede a los tratamientos de rehabilitación, puesto que tal vez «las personas consideran que han tocado fondo antes», respecto a cuando solo se podía hablar de alcoholismo y no se mezclaba con otro tipo de sustancias.

A pesar de estas diferencias, el día a día de la asociación sigue siendo similar y en lo que se lleva contabilizado del año se ha atendido a poco más de veinte personas, cuando lo habitual en los últimos años es que esta cifra se situara cercana a los 40, aunque ahora con las fiestas navideñas suele haber un incremento ya sea «antes o después», advierte Orueta.

No obstante, tampoco se da mucha importancia al número en lo que se lleva de año puesto que puede haber picos en los casos que se atienden, aunque lo normal es atender a dos o tres casos nuevos al mes. Sin embargo, Orueta reitera que hay temporadas en las que se acercan más personas. Donde sí que se pone el acento desde Aremi es en que los adictos que acuden a las terapias son más y si «hace diez años el grupo podía ser de veinte o veintialguna personas, ahora estamos cerca de cuarenta». Un dato al que sí que se da importancia por lo que una de las posibilidades que se están empezando a plantear es la de aumentar las terapias.

memorial rufino. Estas reflexiones se enmarcan dentro de fechas señaladas para Aremi ya que ayer se puso punto y final a las jornadas incluidas en el Memorial Rufino, en las que se ha tratado de concienciar sobre los efectos del alcohol. Las actividades arrancaron el miércoles con una mesa redonda en la que se trataron los retos y los nuevos riesgos, que Orueta define como «adicciones sin sustancias», muy vinculadas a las nuevas tecnologías.

En la charla se repasaron aspectos como los juegos en línea o las apuestas a través de internet. Unos comportamientos que hacen que se pase mucho tiempo frente a pantallas por lo que las personas se aíslan, «lo que supone un problema reciente», destaca Orueta. Además, también se trataron los juegos de azar y las apuestas on line, que han crecido gracias a las nuevas tecnologías, «lo que hace que lo tengas encima con el móvil o con las tablets», reflexiona el psicólogo de Aremi.