Detenidos tres hombres por la agresión con arma blanca

I.M.L.
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La víctima iba con su pareja por la calle Barrionuevo de la capital ribereña cuando le empezaron a insultar, se le echaron encima y comenzaron a golpearle antes de provocarle dos heridas con arma blanca

La víctima presenta una importante herida de lado a lado en la base de la nuca. - Foto: DB

La Policía Nacional ha detenido a tres personas implicadas en la agresión con arma blanca que se produjo en la capital ribereña a primera hora de la noche del pasado sábado. El atestado de esta intervención todavía no está cerrado, pero fuentes policiales apuntan a que estos individuos serían los tres autores de las lesiones que sufrió un joven de 28 años. Entre otros detalles, queda por esclarecer el posible móvil de la agresión.

Un joven de 28 años sufrió una agresión en plena calle que le ha dejado dos importantes heridas con arma blanca en la base del cuello y en la zona dorsal, de 20 y 10 centímetros de largo respectivamente, además de múltiples contusiones. Los hechos, que fueron denunciados ante la Policía Nacional aportando fotos y un parte de lesiones, se produjeron a última hora de la noche del sábado en pleno centro de Aranda, en la calle Barrionuevo. 

Al parecer, según relata la víctima en la denuncia, iba con su pareja en torno a las 21.30 horas a la altura de la plaza del Rollo. En ese momento, tres hombres empezaron a insultarle, llamándole gilipollas, mientras iban hacia donde estaban ellos. La víctima se giró, momento que aprovecharon para golpearle y tirarle al suelo, donde continuaron agrediéndole a base de patadas y puñetazos mientras él intentaba protegerse la cara con los brazos.  

Fue en ese momento como el agredido y su pareja pudieron ver cómo uno de los agresores llevaba en la mano lo que parecía una navaja o un cuchillo. Ella estaba intentando que parase la agresión y el joven notó algo frío en la espalda.

Después de eso, sin un motivo aparente, los agresores dejaron de agredirle y se marcharon del lugar. Ya solos en la calle, el joven se dio cuenta de que estaba sangrando por diversas heridas, por lo que se desplazó al Hospital de los Santos Reyes para que le hiciesen una exploración y le tratasen de sus lesiones.

Los médicos que le atendieron en el centro hospitalario constataron en su informe que la víctima tenía una policontusión, es decir, heridas diversas en la cara, el dorso y el cuello, siendo estas dos últimas las más graves, necesitando varios puntos de sutura. En concreto, en la zona derecha de la espalda el joven tiene una herida de 20 centímetros de longitud, mientras que en la base del cuello hay otra de 10 centímetros. A estas heridas se suma otra abierta en el labio superior y golpes que habían sangrado en la nariz y la boca. El joven no perdió en ningún momento la consciencia pero mostraba síntomas de desorientación, porque a los doctores que le atendieron les dijo primero que no conocía a sus agresores para luego afirmar que les conocía perfectamente.

Más allá de las lesiones físicas, el herido denunció que se le había roto el teléfono móvil y que había perdido las lentillas a causa de los golpes recibidos. 

Investigación. En el momento de los hechos, antes de que la víctima y su acompañante se dirigiesen al centro hospitalario, una patrulla de la Policía Nacional se personó en el lugar y les indicó los pasos a seguir para presentar la denuncia, ya que los agresores no se encontraban en el lugar y no pudieron hacer nada más. Una vez cumplimentada la denuncia, realizaras las pesquisas necesarias para aclarar los hechos y dar con los autores de la agresión. 

Tanto el agredido como su pareja, en sus declaraciones en la Comisaría de la Policía Nacional, apuntan que conocen a los agresores, que tienen entre 35 y 37 años, pero el joven recalca que nunca había tenido ningún problema con ellos y que no sabe por qué le han dado esa paliza. Llegan a aportar datos como los nombres de pila, dónde está su vivienda, qué bares frecuentan o dónde trabajan, que servirán a los agentes para poder iniciar la investigación. 

Aunque los hechos se produjeron en una céntrica calle de la capital ribereña, al haber sido al final del toque de queda no trascendió la agresión hasta el domingo.