La cigüeña empieza de cero en Villafría

F.L.D.
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Los vecinos del barrio reciben con alegría la vuelta del ave al campanario de la iglesia, pero temen que pueda marcharse al no encontrar el nido, que retiraron hace tres semanas

La cigüeña empieza de cero en Villafría

El 17 de enero, dos semanas antes de San Blas, la cigüeña volvió a lo alto de la torre de la iglesia de Villafría. La noticia corrió como la pólvora enseguida y los vecinos salieron raudos a la calle a recibirla. Quiso el destino que fuese una jornada fría, pero soleada. Una señal de que la alegría volvía al barrio días después de ver con tristeza y resignación cómo el párroco retiraba el nido de esta emblemática y centenaria ciudadana por el riesgo de caída. Nadie esperaba una decisión tan drástica y la gente se echó encima del cura, hasta el punto de colocar pancartas y organizar caceroladas. Ahora temen que el ave decida marcharse a otro lugar por la ausencia de su hogar.

Para entender el sentimiento de Villafría con la cigüeña solo hace falta pasear por sus calles y hablar con la gente. Si uno la menciona en el bar Última Parada o en el estanco de María Ángeles, ubicados a escasos metros de la parroquia de San Esteban Protomártir, las caras de los presentes se iluminan. Hay vecinos que incluso tienen una pegatina de la silueta de este simbólico ave en la parte trasera de su coche. "Es parte de nosotros, hemos crecido y convivido con ella", comenta Ana Esther, que espera que su vuelta sea una "lección de vida del mundo animal a los humanos". 

La decisión del párroco de retirar el nido de lo alto de la torre de la iglesia es, para todo el barrio, "un desahucio en toda regla". Además, insisten, se ha hecho a espaldas de los vecinos, pues muchos fueron los que trataron de convencerle de que no era necesario derruirlo, sino que bastaba con recortarlo, como se ha hecho "toda la vida". Eso motivó una serie de protestas, como una cacerolada o la recogida de firmas. Hasta el momento hay once páginas llenas, lo que equivale a unas 200 personas que han mostrado su disconformidad con la medida que tomó el cura. 

En su momento, desde el Arzobispado informaron de que era necesario retirar el nido por las humedades y los daños estructurales que estaba ocasionando al templo. "Contábamos con todos los informes favorables del servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Entiendo que a muchos no les guste la decisión, pero una iglesia no es el mejor lugar para que un ave anide, porque la daña y cuesta mucho mantenerla", subrayó el delegado de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo. No obstante, se mostró abierto a negociar con los vecinos la instalación de un ponedero junto a la parroquia para favorecer su vuelta. 

Pero en Villafría no conceden crédito a esta explicación. Ana Esther recalca que, "si les importara la iglesia, habrían quitado la maleza y limpiado la torre. No han hecho nada por arreglarla". En el barrio se levantan cada día y miran al cielo buscando la cigüeña. Es irónico, pues ahora hay más fieles que nunca, aunque no todos ellos acuden a misa. La mayoría se queda fuera, rezando a todos los santos para que cuando venga la hembra, las aves decidan quedarse y empezar de cero.