Por bien que te vaya no vendas tu saya, dice el refrán aludiendo a que no hay que olvidarse nunca de los orígenes aunque se llegue muy lejos. Los trajes regionales son parte de nuestro folclore y patrimonio, de la cultura que legaron las generaciones pasadas y de la cultura actual, adaptada a su uso en fiestas y celebraciones tradicionales. Con la desaparición de Trajes Regionales Nuncy, que cierra el negocio después de casi 20 años, se pierde también el conocimiento de Conchi Aparicio y Concha Madorrán, encargadas de elaborar la vestimenta a medida o de alquilarla para quienes querían usarla puntualmente. 

«Nos da mucha pena, pero no podemos continuar. La pandemia nos cerró el taller de costura en marzo de 2020 y no hemos abierto porque con todo esto nadie quería hacerse un traje. Y solo con el alquiler de los trajes no se puede mantener», se lamentan ambas, que recogieron el legado de Nuncy, quien no solo cosía indumentaria tradicional sino que también los alquilaba y tenía un gran repertorio de disfraces italianos de gran calidad.

Concha y Conchi mantuvieron abierta la tienda de Nuncy hasta que los bazares chinos empezaron a ofertar disfraces baratos. Entonces vendieron los que tenían y se centraron en el folclore, trasladando el negocio a la casa de Concha. 

(Más información, testimonios y fotos, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)