20 de los 28 fallecidos en nuestra provincia desde el comienzo de la crisis sanitaria eran usuarios de residencias de mayores (públicas o privadas). Además, hay 68 residentes que han dado positivo tras someterse a la prueba del COVID-19; y otras 338 personas de estos centros de la provincia se encuentran aislados o en observación porque presentan síntomas, porque ya estaban aislados previamente por sus patologías o porque han estado en contacto con casos confirmados, aunque no presenten síntomas.

En Castilla y León la cifra total de pérdidas humanas en estas instalaciones alcanza ya la dramática cifra de 85 personas, según ha informado hoy la Junta.

Las residencias de las nueve provincias disponen de 367 casos confirmados, 32 más que ayer, así como casi 1.987 personas aisladas en estos espacios. En el caso de los fallecidos se contabilizan a todas las personas con síntomas compatibles con el virus, aunque no se les haya realizado el test.

En rueda de prensa, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, informó que hay casos positivos de Covid-19 en 89 residencias de mayores de la Comunidad -hay 810 y 53.000 plazas entre públicas, privadas y concertadas- y precisó que la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha pedido a los presidentes de las diputaciones el refuerzo de sus servicios sociales.