El Servicio de Urgencias Sociales del Ayuntamiento de Miranda cerró 2020 con 40 mujeres atendidas por violencia de género. La cifra calca la contabilizada un año antes, pero el perfil mayoritario sí que ha cambiado porque ahora corresponde al de una «española, con hijos y con un empleo», indica el concejal de Servicios Sociales, Pablo Gómez, mientras que en 2019 la mayoría de las intervenciones tenían como protagonistas a mujeres en paro.

De las 40 de 2020, 18 tenían un trabajo, trece no, cuatro eran estudiantes y cinco recibían algún tipo de prestación. En 33 casos tenían hijos y la media de edad quedó en los 33 años. «La mujer atendida de mayor edad llegaba a 78 años y la de menos 16». El servicio también refleja la relación con el supuesto agresor: «En 19 intervenciones era su pareja, en doce era el marido, mientras que en ocho habían acabado la relación y en una la pareja estaba divorciada».

En 31 casos acudieron por una violencia física, en 36 psicológico y «existió un caso relacionado con maltrato sexual», revela Gómez, que recalca que solo tres tenían una orden de alejamiento previa, por lo que reitera la importancia de denunciar este tipo de situaciones para actuar mejor cuando aparecen. El objetivo del servicio pasa por acoger e informar a las víctimas, «para derivarlo posteriormente a los Servicios Sociales» y suele activarlo la Policía Local.

Al margen de las mujeres auxiliadas, este mecanismo municipal también ayuda en otras situaciones, ya que entra en funcionamiento cuando no están abiertas las dependencias municipales: por las tardes, además de sábados, domingos y festivos. En total, el año pasado ayudaron a 126 personas, repartidas entre 75 mujeres y 51 hombres. Por detrás de la cifra de víctimas de violencia de género, el segundo motivo para activar el servicio corresponde a los transeúntes, que fueron 47 a los que ayudaron y los meses de más intervenciones: marzo, abril y mayo.

Urgencia Social también trata casos de violencia intrafamiliar, de drogodependencia, situaciones de urgencia habitacional o de violencia contra los menores, con siete casos en 2020, con una media de edad de 12 años.