Evenepoel se doctora en Neila

J.C. Moreno
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El joven belga remata su victoria en la Vuelta a Burgos tras aguantar hasta tres ataques de Mikel Landa. Iván Sosa, sin opciones en la general, suma su tercer triunfo en esta cima

El público, con ganas de ciclismo, anima a los favoritos en la subida a las lagunas de Neila. - Foto: Alberto Rodrigo

No quedan calificativos para definir a Remco Evenepoel, un joven ciclista belga de 20 años que ha dominado con una autoridad insultante la Vuelta a Burgos. Abusó en el ascenso a Picón Blanco y ayer aguantó a un valiente Mikel Landa en las durísimas rampas de Las Lagunas de Neila. Iván Sosa supo aprovechar esta batalla para llevarse la victoria parcial. Ya sin opciones en la general tras hundirse en el vendaval de la etapa de Picón Blanco, el colombiano suma así su tercer triunfo consecutivo en la cima de Neila.

Mikel Landa fue el único que intentó poner en aprietos a Evenepoel. Cedía 35 segundos en la general y sabía que tenía que atacar de lejos. El corredor vasco es valiente y estaba claro que no se iba a conformar con su tercera plaza en la general. Por eso, conociendo las novedades del puerto, más corto (4,7 kilómetros), pero muchísimo más duro, atacó en la primera rampa. Parecía un intento suicida pero Landa, ganador en esta cima en 2011 y vencedor de la Vuelta a Burgos en 2017, quería la victoria final. Y sabía que esta vez no servía esperar al último kilómetro. Fue un ataque seco, de los suyos, al que solo respondió Kuss, compañero de Bennett, segundo clasificado. Fue un primer aviso, lo cazaron metros después y volvió a intentarlo, esta vez con más fuerza.

Este segundo in tento hizo mucho daño y dejó descolgado a George Bennett y Richard Carapaz. El rosario de corredores ya era importante, con favoritos como De la Cruz, Majka, Aru y compañía ya descolgados. Aguantaron Evenepoel y Chaves, acompañado por Yates. A falta de poco más de dos kilómetros se juntó un cuarteto que parecía definitivo, con Landa, siempre tirando del grupo, Evenepoel a su rueda, Chaves y Sosa, claramente esperando aprovechar esta guerra.

A falta de 2 kilómetros y 300 metros lo volvió a intentar Landa y esta vez la víctima fue Chaves. La selección natural de los más fuertes estaba hecha, pero faltaba el ataque de Evenepoel. El belga es ambicioso y quería ganar también la etapa, no le valía con manejar su ventaja sobre Landa. Lo intentó a falta de un kilómetro y medio, sin reparar en el perjuicio que estaba haciendo ya que su compañero Joao Almeida estaba a punto de enlazar con ellos.

Pero Evenepoel se dio cuenta que podía pagar el esfuerzo en el último kilómetro decisivo y Mikel Landa llegó junto a él y con Sosa como incómodo invitado.
Faltaban los últimos 1.000 metros, los decisivos siempre en esta subida, y el pelotón estaba hecho añicos, con muchos de los favoritos desperdigados y ya sin opciones.
Chaves, por ejemplo, pagó el esfuerzo y cedió su puesto en el podio ante el jovencísimo Joao Almeida, otro descubrimiento del Deceuninck Quick Step; Majka fue de menos a más; De la Cruz y Aru intentaban estar lo más arriba posible; Carapaz perdía todas sus opciones, lo mismo que George Bennett, atrancado desde el inicio de la subida.

La victoria de etapa ya era cosa de tres y el triunfo de la general estaba en manos de Remco Evenepoel. Mikel Landa, siempre generoso en el esfuerzo, marcó un ritmo alto, cogió el peso del ascenso buscando alguna debilidad de sus rivales. Pero el líder belga ya no se despegó de su rueda y este marcaje lo aprovechó Iván Ramiro Sosa. Esa parte del puerto la conoce a la perfección. Había ganado dos veces y siempre atacando en la misma zona. Y lo volvió a hacer. Faltaban 655 metros y se marchó en busca de la meta. Por detrás, Mikel Lanza intentó reaccionar, cogió con fuerza el manillar, con su estilo característico. Sin embargo, su desgaste había sido brutal. Sosa voló hacia su tercer triunfo en Neila consecutivo, mientras Remco Evenepoel saboreaba su victoria final, la tercera carrera que gana esta temporada, tras vencer en San Juan y el Algarve a comienzos de año.

Por detrás fueron llegando el resto de favoritos, con Almeida en la cuarta plaza, asegurándose un puesto en el podio. Chaves, Yates, Majka, de la Cruz, Aru, Bennett habían claudicado ante la ambición de Mikel Landa, cuyo ataque al inicio de puerto acabó con muchos rivales.

Fue el final de una jornada marcada como siempre por una escapada consentida, con presencia de Ángel Madrazo (Burgos BH), una diferencia superior a los seis minutos y una batalla final en el puerto definitivo, donde Evenepoel selló un triunfo que había comenzado a cocinar con su inapelable triunfo en Picón Blanco.

(La información completa, clasificaciones y la crónica gráfica de la etapa, en las 9 páginas de la edición impresa).