El toque de queda vació las calles por completo el sábado a las ocho de la tarde, pero hay quien tenía ganas de seguir disfrutando de la noche y no dudó en llevarse la celebración hasta su local. Es el caso de unos jóvenes que decidieron saltarse todas las normas establecidas actualmente para frenar los contagios y pensaron que lo mejor era reunirse unos cuantos amigos para beber. Pero probablemente no imaginaban que la noche iba a terminar exactamente en el momento en el que la Policía Local llamó a la puerta.

Un total de 12 jóvenes, de unos 30 años aproximadamente, acabaron denunciados por los agentes cuando comprobaron en el local situado en Reyes Católicos que los jóvenes no estaban respetando las restricciones marcadas. Únicamente se pueden juntar cuatro personas, una cifra que los allí presentes triplicaron. Y no solo eso, ni rastro de la utilización de mascarillas ni tampoco respeto de la distancia de seguridad.

El local quedó, como resulta lógico, clausurado. Y además una de las personas que se encontraba en esta fiesta ilegal, completamente irresponsable en estos momentos, también resultó denunciada por el hecho de no querer identificarse. Se unen así a las otras cinco denuncias que la Local puso a unos jóvenes que se encontraban por la zona del río, en Per Abad, «bastante conflictivos», como explicó la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero.

Más irresponsables. Hasta 23 actas por incumplimiento se levantaron el sábado por Policía Nacional y Guardia Civil de 20 a 22 horas en dos naves de un polígono donde los jóvenes se resistían a marcharse, un bar que seguía con su actividad y otras cuatro personas en Miranda de Ebro.