La cita de Andrés y Pedro

Angélica González / Burgos
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Promesa en la tele. Sánchez se comprometió el sábado en La Sexta a tirar unas canastas con un joven burgalés con síndrome de Down

 
Es difícil decir quién estaba más nervioso ante la visita del secretario general del PSOE, si los jóvenes de la asociación Síndrome de Down Burgos o sus madres y profesoras, que poco antes de que llegara Pedro Sánchez no paraban de glosar sus hechuras. Así que cuando llegó en ropa deportiva aquello fue el acabóse. Pero supieron quedarse a un lado para que sus hijos fueran los protagonistas de una tarde singular en el Centro Estela. Sánchez se personó en busca de Andrés García, con quien el sábado pasado y ante los espectadores de media España se había comprometido a tirar unas canastas.
Y es que García, de 30 años, participaba en un programa de La Sexta en el que un grupo de gente anónima hacía preguntas a los políticos. En este caso, a Sánchez le inquirió por la educación inclusiva de las personas con discapacidad intelectual y por su deporte favorito, momento en el que el secretario general de los socialistas le habló del baloncesto y le propuso la cita deportiva. Andrés dijo que sí y ayer se produjo en el Parque de San Agustín aprovechando que Sánchez estaba unas horas en Burgos.
Antes de acercarse a la cancha pasó un rato en el bonito parque interior con el que cuenta la sede de la asociación. Allí recibió como regalo el último disco de La M.O.D.A. y una escultura con el logotipo de Síndrome de Down Burgos, un corazón partido «como se nos parte a las familias cuando llega un niño con esta discapacidad», tal y como le explicó la psicóloga de la entidad, Marisol Ausín. Los chavales le esperaban como agua de mayo y no pararon de hacerle preguntas y de abrazarle y tocarle al abrigo de las cámaras; él respondió con toda naturalidad y les regaló unas camisetas del que ha sido su equipo de baloncesto, el Estudiantes. 
La madre de Andrés García, Ana Bravo, hizo un aparte con el secretario general socialista para  agradecerle el gesto que tuvo con su hijo, la petición de aplauso que hizo para él cuando terminó de leer su pregunta -y que muchos han querido convertir en polémica en las redes sociales- en una noche en la que Andrés, además de los nervios propios de hablar por la tele, andaba acatarrado y tenía fiebre. Después, claro, Ana le pidió una foto.
Tras los flashes, los selfies y los piropos llegó el partidillo, al que se sumaron también Luis Tudanca, candidato socialista a la presidencia de Castilla y León, y David Jurado, miembro de la lista de Daniel de la Rosa al Ayuntamiento. Hubo tiros fallidos, pases elegantes y, sobre todo, muchos aplausos y muchas risas. Sonó el silbato, fuese el candidato y no hubo más. 
 
 
Polémica
 
«Es un orgullo que pidiera 
un aplauso para él»
 
La polémica adquirió tal calibre (al menos en las redes sociales) que las asesoras de prensa de Pedro Sánchez andaban ayer la mar de tensas pensando en los posibles titulares de la ‘prensa de Madrid’ sobre las canastas de su patrocinado con Andrés, el joven con síndrome de Down de Burgos. Tanto, que hasta quisieron impedir la pachanga porque las cámaras estaba esperando, asunto que el propio Sánchez zanjó con naturalidad y sin dar más explicaciones. Y es que al segundo de que el secretario general de los socialistas pidiera el sábado en La Sexta un aplauso para el joven «por lo bien que había leído su pregunta» se le empezó a tachar de paternalista y de cosas peores en Twitter y Facebook y a criticar que se refiriera al síndrome de Down como una discapacidad intelectual.
Ante esta situación, la presidenta de Síndrome de Down Burgos, Belén Santamaría, afirmó ayer que el colectivo al que representa se sintió «muy orgulloso de que Pedro Sánchez pidiera un aplauso para Andrés». Santamaría reivindicó la denominación de discapacidad intelectual para estas personas, y reconoció que para muchas de ellas es un acicate que ante un esfuerzo como el que les puede suponer leer un texto en un medio de comunicación se les recompense con un aplauso. «No estamos hablando de paternalismo sino de recompensar algo que Andrés hizo bien». 
El lío llegó hasta el extremo que hubo quien se refirió al hecho de que hay personas con síndrome de Down tituladas universitarias para invalidar la acción de Sánchez. «Eso es un caso muy excepcional, como un Einstein para nosotros, está muy bien pero no es la generalidad», añadió Santamaría.