10 días de espera para examinarse del carné de conducir

F.L.D.
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El retraso no mengua desde el final del estado de alarma, aunque las autoescuelas reconocen que no es tan excesivo como cabía esperar

Tráfico se va reduciendo poco a poco la demora. - Foto: Luis López Araico

Los rebrotes del virus amenazan con trastocar de nuevo el día a día de los ciudadanos y de la actividad económica. Sectores que poco a poco estaban levantando la cabeza después de tres meses parados, como es el caso de las autoescuelas, cruzan los dedos para que las nuevas embestidas de la pandemia no trastoquen una vuelta a la normalidad que ya de por sí estaba siendo lenta. El estado de alarma dejó a 1.800 personas a la espera de poder sacarse el carné de conducir y la lista de espera se antojaba larga, aunque desde Tráfico se mostraban optimistas tras haber solventado con éxito colapsos pasados. Sin embargo, el retraso, que es de unos diez días, se ha mantenido más o menos igual desde que se inició la desescalada, aunque los profesores reconocen que, en comparación con otras provincias, es bastante aceptable.

El verano ha permitido a estas academias respirar tras la debacle del confinamiento. Durante las primeras semanas tuvieron una alta demanda que se fue estabilizando a medida que avanzó el verano.  El director de CTC y presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, Ramón Gutiérrez, indica que la temporada ha sido más o menos similar a la de años anteriores, aunque insuficiente para mitigar el desastre que va a ser este 2020. «Hemos pasado de un parón absoluto a tener una actividad relativamente normal», subraya. 

Tanto en la capital como en Miranda, añade, la situación es aceptable dadas las circunstancias, tanto en matriculación como en la espera para examinarse. «Nos estamos actualizando poco a poco y la demora es razonable», resalta Gutiérrez. Más problemas han tenido en Aranda de Duero tras el confinamiento de esta última semana. «Han sido en unas semanas claves, porque muchos chicos aprovechan agosto para sacarse el carné antes de volver a la universidad en septiembre. Ahora todo está en el aire», lamenta. 

Por otro lado, recuerda el presidente del colectivo de autoescuelas, existe una falta de conductores profesionales, un problema que, con el retraso a la hora de examinarse, se va alargando más en el tiempo. Esta cuestión se suma a la interminable lista de incógnitas que se acumulan para el sector de cara al futuro más inmediato, que está a la vuelta de la esquina. «No podemos hacer una previsión de futuro. Todo va a depender de cómo evoluciona la covid-19 y de si poco a poco nos vamos desprendiendo del miedo. En el mes de junio pensábamos que la gente iba a tener más respeto a la enfermedad y nos sorprendió que hubiera demanda y se sintieran seguros», indica Ramón Gutiérrez. 

El coronavirus ha puesto encima de la mesa el debate de la digitalización de los centros de examen. Algunas asociaciones han propuesto realizar más formación y pruebas online, pero el presidente provincial de las autoescuelas defiende la modalidad presencial porque, en su opinión, «se transmite mucho más».