Más de 14.500 personas poseen un testamento vital

Ical
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Durante el último semestre, una media de noventa castellanos y leoneses ha formalizado qué tipo de tratamientos médicos quiere recibir al final de su vida

Una persona lee la guía de Sacyl con las instrucciones previas sobre el testamento vital. - Foto: David Castro

Una media de 92 personas ha registrado cada mes, entre enero y junio de este año, su voluntad sobre los tratamientos médicos que desea recibir o no en la fase final de su vida. Son 554 personas que han marcado la hoja de ruta al médico para que sepa hasta dónde quiere que se prolongue su tratamiento y en qué condiciones. En Castilla y León hay 14.506 personas que han formalizado su testamento vital desde 2008, que ahora cobra mayor relevancia con la recién nacida Ley de la Eutanasia, que incluye en la cartera de servicios el acceso a la ayuda para morir. El registro de las instrucciones previas es la vía para pedirla o para rechazarla.

Lo cierto es que la pandemia de la covid-19, que lo eclipsa todo, ha tenido su reflejo en la evolución del registro de instrucciones previas, que poco a poco retoma su vuelo. Así, si entre enero y junio lo solicitaron 554 personas en Castilla y León, con una media de 92 al mes, el año pasado se cerró con 1.122 tramitaciones, 93,5 mensuales. Fueron un 38 por ciento menos que en el ejercicio anterior, que sumó 1.811, debido al impacto del estado de alarma y el confinamiento. 2020 arrojó 6,8 documentos por cada 1.000 habitantes, según los datos consultados por Ical.

La edad media de las personas que formalizaron su testamento vital en estos seis meses es de 61,9 años, un poco por encima de la serie histórica, que está en los 59,5. Si se desagregan las cifras por grupos de edad y sexo, se observa que el número de registros es superior en mujeres, incrementándose esta diferencia en las edades centrales, desde los 40 años a los 70 años, hasta suponer el doble de registros de instrucciones previas de mujeres que de hombres.

Desde que los pacientes pueden ejercer este derecho, las mujeres son las que más se han interesado por ejercerlo. De los documentos inscritos desde 2008, 9.345 son de mujeres (64,4 por ciento) y 5.161 de hombres (35,6 por ciento). Concretamente, según figura en la memoria anual de la Consejería de Sanidad consultada por Ical, en 2020, se decidieron a dar este paso 709 mujeres (63,2 por ciento) y 413 hombres (36,8 por ciento). En el primer semestre de 2021 fueron 375 y 179, en cada caso, un 64,4 y un 35,6 por ciento, respectivamente.

Destino de órganos

Además de reflejar qué cuidados y tratamientos quiere o no recibir, la persona, siempre mayor de edad y plena capacidad de obrar, puede dejar por escrito el destino de su cuerpo o de sus órganos, una vez que muera o no pueda expresar su voluntad.

Lo cierto es que la mayor parte deja por escrito ambas indicaciones, hasta en el 80,3 por ciento de los casos (11.646), y el 19,4 por ciento sólo se ha pronunciado sobre los cuidados y tratamientos (2.816). El resto, un 0,3 por ciento (44), ha dejado simplemente indicaciones sobre el destino de su cuerpo y/o de sus órganos una vez muera, es decir, que sirvan para la donación o la investigación en los centros donde sean necesarios como universidades.

Por provincias

Hasta junio, una cuarta parte de los testamentos inscritos se corresponde con la provincia de Valladolid, con el 25,4 por ciento de los documentos, 3.687. Las otras dos más activas son León (2.792 y 19,2 por ciento) y Burgos (2.554 y 17,6 por ciento). Después, se encuentra Salamanca (2,102 y 14,5 por ciento). En el resto las cifras son significativamente inferiores, sin llegar a los 1.000 documentos. Así, en Palencia suman 812, el 5,6 por ciento del total autonómico; en Zamora, 708, 4,9 por ciento del total; en Segovia alcanzan los 614, el 4,2 por ciento; mientras que en Ávila son 592, el 4,1 por ciento, y en Soria, 483, el 3,3 por ciento.