La provincia llega al final de semana con cierta tranquilidad en cuanto a la evolución de la pandemia, dado que ayer no hubo fallecimientos por la enfermedad del coronavirus y, a falta de que se actualicen los datos de hoy, la ocupación de camas por pacientes con complicaciones de la covid lleva días a la baja. De mantenerse la tendencia, la mejoría de la situación hospitalaria debería repercutir en la mortalidad.

Sin embargo, en las residencias de ancianos todavía hay 71 personas con infección activa y en esta quinta oleada vuelve a haber personas en las que la enfermedad se agrava, a pesar de la vacunación, y provoca cuadros que pueden llegar a comprometer la vida por la vulnerabilidad propia de los pacientes (avanzada edad, enfermedades crónicas de base, infecciones paralelas...).

En general, la situación epidemiológica sigue mejorando en Burgos, aunque más despacio de lo que lo ha hecho en las últimas semanas. Ayer se notificaron 53 nuevos positivos, que son diez más de los declarados el jueves previo, pero un 42% menos de los registrados hace dos semanas (90). Así, se mantiene el descenso de las incidencias acumuladas, tanto en la capital como en la provincia (138 y 238, respectivamente, siempre en 14 días y por cada cien mil personas).