La dana causa un reguero de destrozos millonarios en Levante

Agencias
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El Govern catalán se plantea declarar zona catastrófica una parte de Tarragona, donde más de 150 personas fueron evacuadas

Unos bomberos intentan sacar varios coches arrastrados hasta la playa en Cases d’Alcanar (Tarragona). - Foto: Quique Garcí­a

La jornada de ayer, un total de 28 provincias amanecieron con la mirada puesta en el cielo ante la alerta por fuertes precipitaciones y no era baladí la preocupación de sus habitantes, ya que los pronósticos se cumplieron y la lluvia descargo con furia en diferentes zonas.

Castilla-La Mancha fue una de las comunidades más afectadas y, especialmente la provincia de Toledo, donde la Guardia Civil rescató a 37 personas, entre ellas dos ciudadanos franceses que quedaron atrapados en la localidad de Cobisa y una persona con discapacidad en Torrecilla de la Jara. En Guadamur, las lluvias torrenciales arrastraron coches  y mobiliario urbano, mientras que las tormentas dieron  un respiro en Cuenca, donde se  movilizaron máquinas quitanieves para retirar el fango y el lodo de las carreteras en la zona de Barajas de Melo.

Esta misma situación atmosférica en la Comunidad Valenciana obligó a llevar a cabo durante la noche del miércoles numerosos rescates de vehículos atrapados en el agua y achiques, y además, en el caso de ciudades como Valencia, causó daños en algunas fallas. Y es que la tormenta, que descargó con fuerza sobre el área metropolitana de Valencia y en la capital y que además estuvo acompañada de fuertes vientos, se produjo en plena plantá de los monumentos falleros -entre las 23 horas y la medianoche fue el episodio de más intensidad- y causó daños en algunos de ellos, como en el busto de La Meditadora de la falla municipal, en la plaza del Ayuntamiento.

En Toledo hubo que achicar agua de muchos bajos tras las fuertes precipitaciones.En Toledo hubo que achicar agua de muchos bajos tras las fuertes precipitaciones. - Foto: Angeles VisdominePor otro lado, el servicio de trenes se suspendió entre Vinaròs (Castellón) y Tarragona, si bien se restableció la circulación en todas las carreteras y el fluido eléctrico.

Mientras tanto, en Murcia, las calles de Lorca se anegaban y el Ayuntamiento pedía a los ciudadanos que evitaran utilizar el coche mientras duran las tormentas.

Como consecuencia de las precipitaciones salió todo el agua de las ramblas de la localidad que desembocan en el mar, con una situación especialmente complicada en El Cañarete, que desemboca en la playa de Poniente. También se produjo una rotura en la tubería general de agua potable en la entrada al núcleo urbano, por lo que se preveían cortes en el suministro.

La falla ‘La Meditadora’, en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, fue una de las muchas que sufrió desperfectos durante una fuerte tormenta.La falla ‘La Meditadora’, en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, fue una de las muchas que sufrió desperfectos durante una fuerte tormenta. - Foto: ROBER SOLSONAEl Centro de Emergencias 112 atendió en Murcia 55 llamadas que supusieron la gestión de 32 incidentes provocados por la lluvia. Ninguno de ellos causó daños personales ni materiales de gravedad.

En Cataluña las situación tras las lluvias era terrorífica. Solo el pasado miércoles cayeron en tres horas 252 litros por metro cuadrado sobre Alcanar, en Tarragona, -más de la mitad de las precipitaciones de un año-, lo que llevó al Govern a valorar la declaración como zona catastrófica a los municipios afectados.

Un total de 77 personas del pueblo fueron evacuadas de sus casas y más de 80 de Montsià, también en Tarragona, corrieron la misma suerte y ayer permanecía en hoteles o instalaciones deportivas a la espera que se desactivara la alerta por lluvias, que finalmente se desactivó ayer.

 

En tensa calma

En la Comunidad de Madrid se vivió una madrugada más tranquila tras las tormentas de la anterior, que dejaron inundaciones en viviendas y líneas del Metro y grandes balsas de agua en algún pueblo del sur de la capital.

Las comarcas tarraconenses del Montsià y el Baix Ebre fueron de las más afectadas por las inclemencias.
Las comarcas tarraconenses del Montsià y el Baix Ebre fueron de las más afectadas por las inclemencias. - Foto: Quique Garcí­a
Alguna localidad, como Batres, colocó un centenar de balas de paja cerca de los cauces de los arroyos para evitar que el agua arrastre las cenizas y residuos de los incendios de este verano.