El Ejército, al mando de la vigilancia epidemiológica

EP
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La División San Marcial colaborará con las autoridades civiles en el rastreo de contactos de covid-19

El Ejército de Tierra ya realizó labores de control a pie de calle en Burgos durante el confinamiento. - Foto: Valdivielso

El Ejército de Tierra ha asumido en Castilla y León el mando en las tareas de vigilancia epidemiológica en la Comunidad, dando continuidad a la misión Baluarte iniciada por las Fuerzas Armadas, y ofreciendo un respiro a los profesionales de Atención Primaria.

Desde este viernes, una vez hecha la transferencia de responsabilidad entre la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el Ejército de Tierra, la División San Marcial se constituye como autoridad de coordinación militar en Castilla y León, asumiendo el apoyo a las autoridades civiles en las tareas de vigilancia epidemiológica de la covid-19. Su labor más inmediata será la de rastrear los contactos. 

Para ello se ha organizado una Unidad de Vigilancia Epidemiológica (UVE), que realizará la coordinación y el enlace con la Comunidad desde las instalaciones del cuartel general de la División San Marcial (acuartelamiento Diego Porcelos).

Esta UVE ha incorporado de forma progresiva Secciones de Vigilancia Epidemiológica (SVE) del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire, con sedes en Burgos, León, Salamanca, Valladolid y Madrid, hasta completar los 245 rastreadores solicitados por la Junta de Castilla y León para reforzar los dispositivos de seguimiento y control de brotes activos en la Comunidad Autónoma, siguiendo los procedimientos que señale el Sacyl.

"Organizarán ocho unidades de trabajo distribuidas en Burgos, León, Salamanca, Valladolid y Madrid y por cada una de las once áreas de salud de la Comunidad se ha constituido un equipo de trabajo formado por un representante del Ejército, un responsable de Atención Primaria y otro del Servicio Territorial y en torno a estos núcleos se reorganizará el rastreo", explicó ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado.