La morcilla de Burgos consigue la IGP

I.L.H.
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Bruselas reconoce la Indicación Geográfica Protegida que a partir de ahora aparecerá en los embutidos que cumplan lo que exige el sello. Sus promotores darán cabida a todas las empresas que se adapten a la figura. Se creará un consejo regulador

A partir de ahora solo podrá denominarse ‘Morcilla de Burgos’ aquel embutido de arroz que lleve el distintivo de Indicación Geográfica Protegida (IGP). El sello de calidad que ayer reconoció Bruselas al publicarlo en el Diario Oficial de la Unión Europea implica la prohibición del uso del nombre geográfico para las morcillas que no cumplan las características que exige su figura, entre ellas la utilización de cebolla horcal (una variedad autóctona), además de arroz, sangre, manteca o sebo, especies y sal.

Con ese reconocimiento culmina un proceso que durante doce años ha enfrentado a los fabricantes de la morcilla que se hace en la provincia: «Es como con los vinos de la Ribera del Duero, que al principio tenía muchos detractores pero ya nadie duda de la conveniencia de la Denominación de Origen», sostiene Roberto da Silva, uno de los promotores de la IGP. Para el fabricante de morcilla, que ayer recibió la noticia en Salamanca por boca del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, «es una satisfacción porque significa calidad para el producto y respuesta de calidad para el consumidor».

A su juicio el sello «es bueno para el sector, para el consumidor, para el sector primario, bueno sobre todo para el prestigio de una marca y principalmente bueno para eliminar la competencia desleal y el fraude que se estaba cometiendo con un producto que debemos defender», sostiene.

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