El HUBU externaliza resonancias magnéticas por la demora

G.G.U.
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Está en fase de evaluación de ofertas de empresas dispuestas a realizar 700 estudios por un máximo de 99.982 euros. A finales de junio había 771 personas pendientes de esta prueba

La demora para una resonancia magnética o un TAC en el HUBU es de varios meses en los dos casos. - Foto: Luis López Araico

Las 771 personas que estaban a finales de junio a la espera de que el HUBU les hiciera una resonancia magnética han motivado que la dirección del hospital decidiera contratar este servicio con una empresa externa, por un importe de 99.982 euros (sin IVA). La oferta se lanzó hace días y, vencido el plazo de presentación de propuestas, ahora se está decidiendo quién asumirá la realización de 700 estudios, entre los cuales hay básicos, cardíacos, de la columna y músculo esqueléticos.

La dirección argumenta su decisión en el expediente de contratación, explicando que «en la actualidad, el número de resonancias magnéticas que se pueden realizar con los recursos humanos y los equipos disponibles es inferior a la demanda de estos procedimientos». Esta imposibilidad de dar respuesta a las necesidades se suma a la «ausencia de especialistas en la bolsa de empleo» y, se especifica, esto «provoca un aumento constante de las listas de espera y un incremento de los plazos para el ejercicio de las pruebas, con el perjuicio que implica, al retrasar los diagnósticos definitivos».

Las demoras para la realización de estas pruebas en el HUBU, según datos oficiales de Sacyl con fecha de 30 de junio, oscilan entre 66 días (algo más de dos meses) y 331 días (casi un año), en función de la situación del paciente. Es decir, si es un enfermo con fecha y hora para entrar en el equipo, que era el caso de 7 personas en Burgos a finales de junio, esperarán una media de dos meses; pero, sin embargo, si es uno de los 756 en los que se decidió aplazar la prueba por motivos clínicos (ahora atribuibles a la pandemia), asumirá que las imágenes pedidas para diagnosticarle se retrasarán una media de nueve meses (262 días). Y si ya ha sido el afectado el que ha solicitado el aplazamiento (8 casos) habrá casi un año de retraso.

Así, la dirección del complejo considera que «para garantizar la agilidad y la disminución del tiempo de permanencia de los pacientes en la lista de espera» y así «minimizar las consecuencias de diagnósticos que se demoran» se considera «necesario» contratar esta prestación con una o varias empresas ajenas a la sanidad pública.

Ecografías. La lista de espera para las resonancias magnéticas no es la más abultada de entre las pruebas diagnósticas pendientes en el HUBU, dado que para las ecografías había a finales de junio 1.947 pacientes pendientes de cita; la mayoría con fecha y hora para ello (1.359). Las demoras oscilan en este caso entre los 109 y los 213 días.

Para un TAC había a comienzos de verano 782 pacientes a la espera, con plazos de entre 98 y 107 días para obtener la prueba.