Fiestas a silla puesta

P.C.P.
-

Ayuntamientos como Belorado,Villarcayo oBriviesca apuestan por externalizar el protocolo de control de los espectáculos. Gustavo Calvo, en este sector desde hace 24 años, ha creado la aplicación Tu evento seguro para gestionar entradas gratuitas

El equipo de Artistas y Orquestas organiza las sillas en función de los grupos de convivencia. - Foto: Jesús J. Matías

«Si se puede se debe», afirma con seguridad Álvaro Eguíluz, mientras observa la cola de acceso al Tributo a Nino Bravo y CamiloSexto, el primero de los espectáculos del programa de SanVitores. Bajo los soportales, tras el enorme escenario, más nerviosa aguarda Noelia Gamboa, la concejala de Cultura y Festejos, su debú por partida doble. «Son las primeras fiestas que organizo yo, las otras -en 2019- las heredé. Estas han sido desde cero y sin tener ni idea de gestionar una pandemia, ni nosotros ni nadie, claro», apunta.

No son ni mucho menos cómo imaginaban. Cuando Vecinos por Belorado se decidió a organizarlas, allá por el mes de mayo, no sabía que serían a silla puesta. La curva de la pandemia iniciaba un claro descenso y nadie preveía una quinta ola, mucho menos tan pronunciada como la de julio. Aún así, optaron por contratar no solo los eventos, sino también el protocolo de seguridad. El concurso lo ganó Artistas y Orquestas, precisamente la misma empresa a la que la pandemia le privó de organizar los SanVitores de 2020. 

Tras «19 meses sin trabajar y facturando 0 euros», Gustavo Calvo no puede estar más contento. Ha vuelto a la actividad a la que se dedica desde hace 24 años, aunque todo haya cambiado. Antes los ayuntamientos contactaban para pedirle buenas orquestas y un parque infantil, por ejemplo. Con la covid, «los alcaldes nos llamaban y nos decían: ‘Gustavo, yo no quiero hacer nada porque no quiero cometer un error en mi pueblo y que la gente me lo eche en cara’», resume.  Ahora, los pocos que arriesgan no se interesan tanto por el nivel de los espectáculos, sino que primero exigen un protocolo de seguridad. 

De ahí que Gustavo Calvo se decidiera a crear la aplicación tueventoseguro.es, con la que no solo controla el aforo sino también al público, con entrada nominativa y gratuita. «La gente se registra en la aplicación, deja nombre, apellidos y teléfono.Esos datos los encriptamos y en caso de que haya un positivo de una persona que haya estado dentro del recinto, que no tiene por qué haber sido contagioso, sabemos en todo momento quién estaba alrededor de ella, porque todo está numerado. Pasaríamos la hoja encriptada a los rastreadores que nos llamasen», detalla.

Por el momento, no han tenido la necesidad de activar este mecanismo en ninguna de las localidades que hasta ahora han apostado por Tu evento seguro, municipios grandes como Villarcayo y Briviesca, y también otros pequeños comoRevilla Vallejera, SanMedel,pedrosa del Príncipe... «Lo que ha hecho es muy arriesgado, lo más fácil es no hacer nada, pero ha salido superbien. Y en realidad están ayudando a la cultura, nos estamos reactivando, porque somos el sector más damnificado, el de las verbenas y espectáculos por los pueblos», recalca.

Esa apuesta de los ayuntamientos permite además generar empleo, porque al despliegue técnico se une el de control.Con Gustavo Calvo se  desplazan estos días a Belorado 8 trabajadores, 6 acomodadores y 2 empleados de seguridad. «Es muy importante dar trabajo a gente joven», apunta, al tiempo que destaca el efecto indirecto de su labor sobre otros sectores. «¿Qué ha supuesto todo esto? Que se ha vuelto a reactivar la hostelería de los pueblos y que la gente está con alegría», subraya.

Merche, con el asiento número 3 para el primer espectáculo beliforano, confirma esa alegría. «¡Por lo menos salimos de casa!», exclama sin pizca de resignación por tener que permanecer sentada todo el concierto o no poder comer, ni beber. Camilo Sexto bien vale el esfuerzo. «Venimos con todo hecho, hasta hemos cenado», afirma junto a su marido, José (número 4), cuando no son ni las 20.30 horas y ya están en la cola. Una acomodadora escanea los códigos QR de sus entradas, les toma la temperatura -no pasa nadie con más de 37,5 grados- y les echa gel hidroalcohólico antes de acompañarles a sus asientos.

Fuera del recinto, no hay hueco en las terrazas de los bares. La clientela escucha el mismo concierto, solo que sí podrá comer y beber. Es otra de las muchas incongruencias de esta pandemia. Al menos, el público se reparte. 

Lo que no ha vuelto ha sido la noche. Prácticamente todos los actos que organiza la empresa de Gustavo Calvo son diurnos.«Por la noche nadie está haciendo nada, porque no se atreve y es lógico. Muchos espectáculos de monologuistas, tributos, cines de verano, parques acuáticos...»Y sin orquestas, aunque «algunas se han reinventado y han creado musicales».Todo por salvar las fiestas del pueblo.