Es afable y cercano, y siempre emana sosiego. Se diría que es un hombre tranquilo, a la manera de John Wayne en la maravillosa película de John Ford. Pero a diferencia del personaje de Sean Thornton, que regresa a Innisfree, el pueblo de sus raíces, Ander Gil ha realizado el viaje inverso: del Valle de Mena a la capital de España para convertirse probablemente mañana en el nuevo presidente del Senado, nada más y nada menos que la cuarta autoridad del país.
La carrera política de este burgalés del 74, deportista, montañero, hijo de emigrantes castellano y extremeña a la margen izquierda del Nervión en los años sesenta, es meteórica: a mediados de los años 90 era concejal en su pueblo, Villasana de Mena, por el PSOE, gobernado por una figura que influyó muchísimo en él: Armando Robredo, sempiterno alcalde de Mena.
Un cuarto de siglo después, el muchacho que hace patria siempre que puede de su norteño valle burgalés, tan hermoso, ha alcanzado la presidencia de la Cámara Alta, una designación que habla a las claras de la confianza que en él tiene el secretario general de su partido y presidente del Gobierno, PedroSánchez, que ha apostado por el perfil dialogante y de mano tendida que siempre ha mostrado Gil, que ha ganado peso en los últimos años dentro del partido del puño y la rosa.
Duocécimo presidente. La elección del político burgalés se llevará a cabo en un pleno extraordinario que hay convocado este lunes en la cámara territorial. Gil sustituirá Pilar Llop, que será la nueva ministra de Justicia. El dirigente socialista se convertirá en el duodécimo presidente del Senado desde que se reestableció la democracia tras llevar diez años en la Cámara Alta (desde 2011) y ser esta su quinta legislatura. Desde 2017 ha ejercido como portavoz del Grupo Socialista en la cámara de representación territorial de España, exhibiendo un talante dialogante y mostrándose conocedor de problemas que acechan a la España que no es Madrid ni Barcelona tan importantes como la despoblación.
Cuando apenas llevaba unos meses en la portavocía tuvo que encargarse de defender la delicada postura socialista en la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española en Cataluña, que finalmente fue aprobado con el apoyo del PSOE al Gobierno de Mariano Rajoy. Ander Gil será el segundo presidente del Senado burgalés, toda vez que antes lo fue un histórico dirigente socialista, Juan José Laborda, con quien Gil mantiene una buena relación.
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