Los mirandeses hace días que miran de reojo al Ebro porque después del temporal llega el temido deshielo y el riesgo de inundaciones. Por ahora el caudal se mantiene en unos niveles de alerta moderada aunque las previsiones cambian cada poco tiempo. Lo que de momento han dejado las crecidas de las últimas semanas es un reguero de basura en las orillas. Un paseo por la ribera en dirección al polideportivo, o un simple vistazo desde el Puente de Hierro, bastan para ver cientos de plásticos y toallitas higiénicas enganchadas entre las copas de los árboles. 

La concejalía de Medio Ambiente no esconde que la imagen es «desoladora» aunque de momento poco se puede hacer. Será necesario esperar a que pasen los meses de invierno para acometer una limpieza profunda de la zona y eliminar todos los residuos. Tanto el personal de jardinería como la empresa de limpieza se encargan periódicamente del desbroce y de adecentar los lugares más transitados, pero para los trabajos que habrá que acometer en primavera será puede ser necesario recurrir a personal específico.  

El concejal Unai Letona asegura que la administración local trabaja para reducir la contaminación con medidas como la mejora de la red de saneamiento o los controles en la EDAR, pero remarca que las riadas simplemente hacen visible un problema ecológico de difícil solución y que está latente durante todo el año, como es la proliferación de ciertos residuos. Al margen de las medidas, «hace falta más concienciación» ciudadana para evitar que algunos materiales lleguen al río. 

Sin embargo, Izquierda Unida considera que el Ayuntamiento puede hacer mucho más para evitar este tipo de daños ecológicos por lo que pide un informe sobre el origen de dichos residuos y la composición de los mismos, ya que en su opinión la mayoría procede de los más de cuarenta puntos de vertido directo al río que existen en la ciudad. «En vez de plantear actuaciones para reducirlos, la partida de Medio Ambiente se rebaja un 16% en los presupuestos y no se contemplan inversiones en el ciclo urbano del agua», asegura la formación. 

IU recuerda que las riberas del Ebro forman parte de una área de especial protección de aves y que en las mismas viven multitud de especies protegidas, motivo por el que han contactado con grupos ecologistas con la idea de profundizar en el análisis de la contaminación del río y en posibles soluciones. Además, no descartan emprender acciones legales para exigir que se depuren responsabilidades. 

Por ello hacen un llamamiento al equipo de gobierno para poner en marcha «políticas públicas efectivas en medio ambiente y cumplir los compromisos suscritos en los últimos años en esta materia, como el pacto social por el clima».