Las fugas obligarán a cerrar la piscina el próximo verano

C.M.
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La reducción del aforo al 75% y el miedo al contagio rebajan el número de usuarios diarios el 62% respecto a 2019

Las elevadas temperaturas de las últimas jornadas han invitado a darse un chapuzón y a buscar la sombra. En la imagen, las instalaciones de San Amaro el viernes por la tarde. - Foto: Daniel Canas

Los problemas derivados de las fugas de la piscina familiar del complejo de verano de El Plantío suponen un enorme despilfarro cada verano pero el actual si cabe todavía más. A la pérdida de un metro de agua diario, que hay que reponer, se suma la dosis extra de cloro que se debe echar para evitar contagios por el coronavirus. La clausura del tobogán y la baja temperatura del agua al no dar tiempo a calentarse hacen que su uso sea escaso por parte de los bañistas. 

El concejal de Deportes, Leví Moreno, reconoce que «no tiene sentido» que siga abierta y el próximo verano, casi con total seguridad se cerrará, aunque se mantendrán abiertas el resto de las que integran el complejo, la olímpica, la juvenil, la infantil y la de chapoteo. «Hay que rellenarla todos los días y gastar en refuerzo de cloro para que luego no se utilice. Supone un gasto tremendo», señaló.

El Servicio de Deportes encargó la redacción de un proyecto para su arreglo, que está ultimado pero que los técnicos deberán supervisar y hace falta contar con partida económica. En los presupuestos de 2020, recientemente aprobados, figura una partida de 700.000 euros para esta actuación y la del polideportivo de San Pedro y San Felices pero están ligadas a la venta de suelo municipal, un extremo que se considera difícil. El equipo de Gobierno y su socio en el presupuesto, Ciudadanos, podrían recurrir a una modificación de crédito pero no parece que con la que crisis del coronavirus y la bajada de ingresos se destine dinero a esta obra.

A ello se añade que habría que sacar el correspondiente concurso, adjudicar y llevar a cabo la obra, de modo que es prácticamente imposible que sea una realidad para el verano de 2020. Así que más vale cerrarla y, por lo menos, se ahorrará en agua (las pérdidas se estiman entre un millón y un millón y medio de litros).

La actuación prevista consistirá en la impermeabilización del vaso que tiene 2.650 metros y que está dañado tras la remodelación de 2010, la sustitución del emblemático tobogán que no cumple la normativa (se colocarán dos, uno abierto con recorridos con giros y otro deslizador múltiple de tres pistas con tres toboganes paralelos) y la rehabilitación del edificio central tanto del exterior como del interior (en él están ubicadas la enfermería, biblioteca, restaurante y aseos). Las primeras estimaciones sitúan el coste de la actuación en unos dos millones de euros. 

Reducción de usuarios. La rebaja del aforo al 75% y los protocolos de seguridad han restado usuarios a las piscinas. Desde su apertura el 29 de junio, en un principio solo para abonados y luego al público en general, hasta este jueves pasaron por ellas un total de 62.273, según los datos aportados por el Servicio de Deportes. Ello supone una media diaria de 1.638 personas, un 62% menos que los registrados el año pasado (4.315).

Las piscinas de verano de El Plantío encabezan el ránking con 24.167 bañistas seguidas de las de San Amaro con 21.174; Capiscol (cubierta con zona verde) con 9.475; las de El Plantío de invierno con 5.115 y las de San Agustín, 2.341. El concejal de Deportes se muestra satisfecho del funcionamiento de las piscinas y asegura que se están cumpliendo todos los protocolos. «No ha habido ningún contagio, que era el temor, y los usuarios se están comportando muy bien». 

Frente a otros veranos en los que julio era el mes fuerte, en el actual ha sido más flojo quizás por el miedo mientras que en agosto se están notando mayor afluencia, especialmente a San Amaro, debido a menor movimiento vacacional y al cierre de piscinas de los pueblos.