La enseñanza en la Catedral

Guillermo Díez
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Las primeras escuelas surgieron en los monasterios, pero a partir del siglo XIII aparecen las escuelas catedralicias. Burgos no fue una excepción

Tapiz sobre las artes liberales que se encuentra en la iglesia de San Juan en Castrojeriz.

Sucedió una fría mañana, de las de Burgos con nieve, hace más de 100 años, mientras carruajes tirados por animales frecuentaban las calles. Un canónigo llegaba a los oficios cuando en la plaza del Rey San Fernando, «pío, pío» -no de piedad, sino por piedad-, un gorrión tiritaba, «pío, pío» que rima con frío...

El sacerdote, apiadado por el «pío, pío», tomó al pajarillo entre sus manos para calentarlo; pero, viendo que se le hacía tarde, lo dejó en una oquedad cubriéndolo con una boñiga -que conserva bien el calor- con idea de recogerlo al término de la Misa.

El ave, poco convencida del lugar elegido para la espera «pío, pío», siguió con sus lastimosas quejas «pío, pío», y un gato que por allí merodeaba con menos frío que hambre, oyendo el «pío, pío» tuvo fácil meter la zarpa y desayunar.
El final del relato dice: No todo aquél que te manda a la mierda te quiere mal. No todo aquél que te saca de la mierda te quiere bien. Y, en cualquier caso, si te mandan a la mierda, no digas ni «pío».   

La música: «serena a los hombres, amansa a las fieras y calma a la divinidad».La música: «serena a los hombres, amansa a las fieras y calma a la divinidad».

Esto forma parte de esas enseñanzas ‘regaladas’ -no regladas- que, muchas veces sin pretenderlo, tanto saber aportan... Me lo contó un canónigo en una de esas reuniones informales alrededor del brasero, junto a la sacristía,  unos minutos antes o después de las celebraciones. ¡Cómo agradezco esos momentos que, además de diversión, nos proporcionaban ese aprendizaje que no está en los libros!

El declive del Imperio Romano y la Reconquista tuvieron muy ocupados a los habitantes de la península Ibérica. Las continuas guerras entretienen a la población y la merman… Siempre que hay conflictos, también la cultura se resiente, y su difusión queda reducida al ámbito familiar. 

Sólo la Iglesia tiene capacidad para transmitir los conocimientos: En el siglo IX había escuelas de primeras letras en las catedrales y parroquias más importantes. En ellas se enseñaba lectura, escritura, gramática y cantos religiosos bajo la supervisión de un anciano prudente.

Pero es sobre todo en las bibliotecas de los monasterios donde los libros se pueden guardar, reparar y copiar para después intercambiar, estudiar y avanzar en los terrenos de la ciencia y del pensamiento. Para realizar estas labores, se enseñaba a los monjes a leer, asimilar y escribir. 

Además, los libros tenían tal valor que el copiarlos suponía una importante fuente de ingresos para esas comunidades.

En ellas surgieron los primeros lugares dedicados a una enseñanza de mayor rango -escuelas monacales- creando especialistas en pergaminos, tintas, pinturas, encuadernaciones, caligrafía, dibujo, miniaturas, latín…

Algunos monjes de Cardeña, Arlanza, Oña o Silos fueron tan importantes que más tarde llegaron a ocupar cátedras en Salamanca, Valladolid o Alcalá mientras otros quedaron en los monasterios destacando como científicos: en Oña estuvieron Fray Andrés Gutiérrez de Cerezo, autor de una célebre Gramática que imprimió Fadrique de Basilea en 1485, o Fray Pedro Ponce de León, que en el siglo XVI creó la primera escuela del mundo para niños sordomudos...

Fuera de estos lugares, sólo los más adinerados podían pagar a quienes enseñaran a sus hijos, labor que solía ser desempeñada también por algunos frailes dada la ausencia de maestros.

Estas escuelas fueron, en principio, destinadas a la formación de los futuros monjes en los noviciados, pero pronto hubo quienes solicitaban enseñanzas siendo laicos y por ello se crearon escuelas para los externos que, a partir del siglo XIII, serían sustituidas por las escuelas catedralicias.Formar cada vez mejor a los sacerdotes era una necesidad. Y, por otro lado, estaba el mandato de Cristo: “Ite et docete” (Id y enseñad). Alejandro III pide al arzobispo de Reims en 1171 que la Iglesia, fiel a su misión, no separe apostolado de enseñanza. Una vez creada la escuela, podía usarse igualmente para la formación de aquellos que no iban a ser sacerdotes pero también eran parte de la Iglesia. 

29 de septiembre de 1424: Dos clérigos de las iglesias de Bermeo, solicitan al bachiller en Decretos y maestro de Gramática de la catedral de Burgos, aprender en su estudio; dicho maestro los acepta.

El programa de estudios comprendía las llamadas siete artes liberales con el primer nivel -Trivium- (Gramática, Retórica y Dialéctica) y el segundo -Quadrivium- (Aritmética, Geometría, Astronomía y Música).

En Castrojeriz, en la iglesia de S. Juan -que bien merece una relajada visita para ver su museo y contemplar el precioso claustro y su área de interpretación-, hay expuestos unos magníficos tapices que representan esas artes liberales con una calidad y colorido extraordinarios...

En el siglo XII, el antiguo Trivium se modifica: la Gramática seguirá al frente como asignatura más importante, y en su mismo grupo estarán la Retórica, la Poesía y el Derecho. También el viejo Quadrivium se ve afectado quedando compuesto por Aritmética, Geometría, Astronomía, Música, Cálculo del tiempo e Historia natural.

Esta vez también encontramos representación en las arquivoltas de la puerta del Sarmental. Es un lugar próximo a las escuelas de gramática, dado que se encontraban -como en otras catedrales- en las dependencias del palacio episcopal, donde hubo una de primaria y otra de coro. Aunque también sabemos que tuvieron reformas y varios traslados a lo largo del tiempo.

En el grupo escultórico se reconocen varias figuras que representan algunas de las artes liberales. Con seguridad están representadas la Geometría, la Medicina, la Música y la Gramática.

Cuando las ciudades van creciendo al aumentar la población, su organización se hace más compleja. Hay que actualizar las enseñanzas para estar al día en los nuevos conocimientos y en las últimas técnicas: se hace necesaria una mejor instrucción. La Iglesia tiene que fortalecer sus estructuras y presentar una oferta educativa renovada. 

El maestrescuela ponía especiales cuidados en el aprendizaje de la gramática (imprescindible para el estudio de las demás materias), la retórica (muy útil para las homilías de los sacerdotes) y la dialéctica (necesaria para el estudio de la filosofía o la teología). Se impartían en latín, otra importante materia por ser la lengua oficial de la Iglesia Católica. 

En el siglo XIII destaca la valiosa biblioteca de la catedral, que se encuentra entre las seis más importantes junto a Salamanca, Toledo, Sevilla, Palencia y Pamplona.

Sus fondos contienen libros religiosos, biografías de Santos, y sobre temas de todo tipo: filosofía, gramática, retórica, derecho y leyes, historia, geometría, aritmética, música, ética, política, economía... 

También el clero burgalés destacó por sus conocimientos habiendo varios canónigos con el título de magistro que incluso tenían libros personales que legaban al morir.

Estos maestros, por su formación, eran testigos requeridos habitualmente en casos de compraventas, litigios, permutas y cambios...

En 1327 hubo en la catedral una escuela secundaria, pero los intentos por mantenerla no fructificaron.

La ciudad de Burgos está geográficamente situada en un lugar estratégico para favorecer la comunicación, lo que la llevó a ser un gran centro mercantil y social poco ocupado en la cultura; la escuela catedralicia siempre funcionó de forma discontinua y desigual en vez de evolucionar buscando estudios superiores. (De hecho, la universidad aún tardó muchos siglos en llegar a nuestra ciudad...) 

Lo habitual era enviar a los clérigos y estudiantes más destacados a la Universidad de Salamanca. Y de ello ha quedo constancia en los archivos:

3 de noviembre de 1400: Licencias concedidas a dos abades para ir al Estudio de Salamanca durante un año para estudiar Lógica, y al año siguiente a Bolonia a estudiar Cánones.

19 de agosto de 1428: El profesor de Leyes y rector del Estudio General de Valladolid, certifica que un canónigo de Burgos ha cursado en dicho estudio y observa buenas costumbres.

En 1454, el Papa dispone la creación de una Scholastría Pontificia y se nombra un maestrescuela -cargo que ya existía en otras catedrales- por «el decoro de la catedral de Burgos y por la necesidad de instrucción de los clérigos pobres» o de los estudiantes que no disponían de dinero ni becas para estudiar en Salamanca. Decía el Papa que «hay que instruir a los pobres clérigos en literatura y otras materias para que no permanezcan ignorantes.»

30 de octubre de 1467: Trata sobre los beneficiados que deben ir a los Estudios de Gramática a aprender; uno de ellos alega ser buen gramático y que considera no es conveniente ir, ya que los Estudios de Valladolid y Salamanca están infectados por la peste; y otro alega mala salud.

26 de agosto de 1468: Se tratan con el maestrescuela algunos temas pendientes acerca de la dirección de la Escuela de Gramática.

Hacia 1503 la escolastría nuevamente dejó de funcionar hasta que León X, en 1517, la restauró una vez más, argumentando que «existía en otras catedrales y no en la más importante, la de la cabeza del Reino de Castilla». Llegó a tener los tres niveles oficiales y una estructura académica completa.

9 de noviembre de 1534: Se ordena cobrar los maravedís de los bachilleres del Estudio para poder repararlo.

18 de enero de 1535: Se da licencia a los diputados para que otorguen a censo las casas del Estudio del Sarmental al preceptor de Gramática, para que, según ha pedido, pueda reparar dicho Estudio, con las mismas condiciones que tuvieron otros catedráticos anteriores y con la obligación de que los estudiantes dentro del Estudio hablen latín.

17 de noviembre de 1536: Manda a los bachilleres y preceptores del Sarmental que obedezcan el mandamiento y no lean los ‘Coloquios’ de Erasmo de Rotterdam.

30 de diciembre de 1549: El maestrescuela manifiesta que es necesario ampliar el Estudio haciendo más aulas. Se comete a sus diputados para que, junto al maestro de cantería, vean la casa del Estudio y cómo se puede ampliar.

4 de julio de 1611: Comete a los diputados que traten de lo que se puede hacer para el sustento de la cátedra de Gramática.

17 de abril de 1744: Un estudiante de Gramática en San Jerónimo, pide una beca en propiedad para proseguir sus estudios pues es muy pobre; se le concede a él y también se da otra a otro estudiante.

La incultura nos viene de serie... No hay algo que hacer para tenerla: sólo dejarla estar. Es cómoda y barata. 

Pero alguien culto es menos manejable: Ten incultos y serás su  dueño...

Todos estos datos proceden del archivo de la catedral de Burgos, Joan Rosselló Lliteras (Archivero del Obispado de Mallorca): “Escuelas de Gramática Medievales”; Susana Guijarro González (Profesora Titular de Historia Medieval en la Universidad de Cantabria: “Maestros, escuelas y libros. El universo cultural de las catedrales en la Castilla medieval” (2004) Biblioteca del Instituto Antonio de Nebrija de estudios sobre la universidad. Universidad Carlos III de Madrid; Isidoro González Gallego: “La enseñanza durante la Edad Media. Educación y enseñanza. Historia de Burgos. Tomos II (2) y III (3)” (1987) Caja de Ahorros Municipal de Burgos; la genial y divertida Rocío Sánchez Ameijeiras (profesora de Historia del Arte en la Universidad de Santiago de Compostela), además de diversas conversaciones con algunos canónigos.