Amor y arte, gozo y tormento

A.S.R.
-

Ocho creadores de sendas disciplinas aceptan el juego de ponerse frente al espejo el Día de los Enamorados para observar la presencia o ausencia de este sentimiento en su producción y qué forma adopta

.

Apasionado, loco, contenido, desenfrenado, tóxico, fraternal, a uno mismo, adúltero, edulcorado, amargo, empalagoso, doloroso, placentero, maldito... El ropero del amor es amplio. Y hoy cada cual se pondrá el traje que más le vaya para encarar el Día de San Valentín. Aunque para muchos sea un invento de unos grandes almacenes, la saturación de corazones se presume como la ocasión ideal para hablar de este sentimiento omnipresente con una mirada a la creación. ¿De qué manera influye en los artistas? ¿Inspira más el amor o el desamor? ¿Qué fue del flechazo? 

Jesús Cristóbal (teatro), Marina López y Javier Centeno (música), Óscar Esquivias (literatura), David Castro (cine), Elvira Mateos (arte plástico), Estefanía Bravo (ilustración) y Leticia Bernardo (danza) aceptan el juego y entienden y responden estas preguntas sin condicionantes. 

A la mayoría le resulta más efectivo el se acabó porque yo me lo propuse y sufrí que el tengo el corazón contento, el corazón contento, lleno de alegría, pero todos reconocen que bailan al son del amor, amor, amor, naciera de ti, de mí o de la esperanza. Que, en su caso, procede de dispares sitios y adopta mil y una maneras. 

El que sí entonan todos como si fuera un credo irrefutable es el aquí está, viene ya tan feliz, con sus flechas de amor para ti, quizás también para mí, sí también para mí... 

Aflora poderosa esta emoción en la producción creativa del siglo XXI, pero el idilio entre el arte y el amor viene de lejos. Siempre ha estado ahí. "Es un mundo inconmensurable", sentencia el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos René Jesús Payo. 

"A lo largo de toda la historia del arte ha existido una enorme preocupación por plasmar los sentimientos amorosos en todas las artes", señala antes de tirar del ejemplo que mejor conoce y trazar un rápido recorrido por la pintura. 

Viaja hasta finales del siglo XVIII para advertir de las primeras manifestaciones en la rococó y galante antes de explosionar en el XIX con el romanticismo, con múltiples visiones, desde la más edulcorada a la más carnal e incluso la satírica. Sin tregua se representará en el XX, con las curiosas miradas del surrealismo y el movimiento abstracto. En esta fugaz radiografía, menciona igualmente la representación del amor homosexual, al principio tímido y desde el XX más evidente, y el papel de la fotografía. 

El amor, o el desamor, ayer como hoy, sigue siendo un poderoso caballero -Madre, yo al oro me humillo, él es mi amante y mi amado, que cantó Quevedo-. Sea quien sea el destinatario de los desvelos de cada cual. 
 

1) ¿De qué manera el amor influye en su obra  y de qué clase de sentimiento hablamos?
2) ¿Es una musa más generosa el amor  o el desamor?
3) ¿El flechazo  existe?

Formulamos estas tres preguntas a ocho creadores. A continuación, sus respuestas...

 

Óscar Esquivias (escritor): "Intuyo que Esquilo y Shakespeare eran muy felices, aunque escribieran tragedias" 
1. El amor y el deseo son elementos recurrentes en mi obra. Cuando empecé a publicar mis primeros cuentos, la homosexualidad era denostada por gran parte de la sociedad. Me gusta pensar que hoy todo ha cambiado y que quizá mis libros, en los que aparecen con naturalidad amores de todo tipo, puedan ser un buen regalo de San Valentín.

2. Yo, cuanto más contento estoy, más inspirado me siento, y tiendo a pensar que eso les sucede a casi todos los escritores. Intuyo que Esquilo y Shakespeare eran personas muy felices y divertidísimas, aunque escribieran esas tragedias tan tremendas que todos admiramos.

3. Por supuesto. Uno se enamora en segundos, de forma absoluta, sin que haya ningún razonamiento o cálculo previos. 

Leticia Bernardo (coreógrafa): "Los sentimientos más duros son  los que más nos remueven e inspiran"

1. El amor es la clave en la mayoría de mis creaciones, no como un argumento directo, pero sí como motor: el amor y la pasión por la danza, que desde pequeña me ha hecho perseverar en un mundo tan complicado, el amor incondicional por mis alumnos y el amor generoso al compartir mi trabajo con los bailarines.

2. Los sentimientos más duros son los que más nos remueven y los que más nos inspiran a crear. Las experiencias personales o las injusticias sociales son un común denominador en las creaciones, en las mías siempre hay una moraleja: esperanza, superación y amor.

3. La danza es el flechazo de mi vida, no sé cuándo fue, pero tuvo que ser uno de amor verdadero para perseverar en un arte tan sacrificado. En la vida ‘real’, no creía hasta que me crucé con ‘mi flechazo’. ¡El amor es precioso y compartido, más!

Estefanía Bravo (ilustradora): "No puedo desvincular las emociones a la hora de crear imágenes"

1. Está presente de forma inconsciente, todas las emociones asociadas al amor en sus diferentes facetas influyen en mi trabajo, no puedo desvincular las emociones a la hora de crear imágenes. Es como un filtro que cambia la forma de mirar. 

2. Ambos, desde la distancia, son inspiradores, el poso que deja tanto uno como otro. Creo que la perspectiva me ayuda a no caer en estereotipos. 

3. Para mí el flechazo existe, lejos de la razón y muy cerca del instinto.

David Castro (cineasta): "Si el amor influye algo en mi obra, es la propia reflexión crítica sobre el concepto" 

1. Creo que el propio concepto de amor dentro de la complejidad de sentimientos humanos es uno de los más deformados y controlados por el heteropatriarcado. Si influye algo en mi obra actual, es la propia reflexión crítica sobre el concepto y su reconstrucción por parte de cada espectador. 
2. Musas y musos aparte, en términos de inspiración y narrativos, el conflicto es la regla que hace que las historias avancen. Y se pueden entender ambos como conflicto. 
3. Creo que en 2020 lo más cercano a un flechazo es un match en Tinder... 

Javier Centeno (compositor): "Amor y desamor son fuente de inspiración generosa, pero la falta es más efectista"

1. La inspiración, sobre todo en mi obra sinfónica y en la vocal para voz y piano, más intimista, se basa en toda la gama de sentimientos que genera al amor de pareja: enamoramiento, desengaño, desilusión, felicidad... Y en la coral conecto de una forma más profunda con el amor que enraíza con un sentimiento más elevado, menos terrenal.

2. Ambos son una fuente de inspiración generosa, pero el desamor es más efectista. La emoción de un desengaño y una reconciliación al borde de la muerte, como en La Traviata, es incomparable. También todo depende de la moda y gusto estético de cada momento histórico. 

3. Sí, sin duda. Hay una poesía de Houdar de la Motte, Dans un bois solitaire, que Mozart utilizó en uno de sus más célebres lieder, que dice que ‘el amor se despierta con nada...’. Cada cual decide si es mejor dejarle dormir o no. 

Marina López (letrista de Sioqué): "Aprovechar el vacío del desamor para reflexionar ayuda  a componer letras" 

1. Estar enamorado provoca muchas emociones fuertes y saber canalizarlas puede derivar en una canción u otra distinta, pero con la misma intención y pasión. Nuestras letras se inspiran más por un amor diferente como el de hija, hermana, a una misma o por un lugar o idea.

2. Para mí, en ese sentido, es más generoso el desamor. Aprovechar ese vacío para reflexionar y sacar tiempo para ti ayuda bastante a componer letras nuevas. Lo malo es que corres el riesgo de que se aprecie esa tristeza o negatividad. 

3. Creo que un flechazo difícilmente acabará en amor de verdad, te enamoras de lo que ves en la portada sin saber el grosor del lomo o en qué idioma está escrito, pero esa atracción inicial tan fuerte por alguien sin conocerse existe, sí.

Elvira Mateos (pintora): "El flechazo dura lo que dura, pero da juego a crear obras de gran carga emocional" 

1. En mi obra existen muchos tipos de amor: maternal, fraternal, amor propio, carnal... Curiosamente, es el romántico el que menos aparece, quizá porque el artista necesita de esos sinsabores que dan las relaciones trágicas para formar una historia que valga la pena, si no, hay que buscarlos en otro lado.

2. Sin duda alguna, el desamor ha creado obras de arte más desgarradoras e interesantes en este mundillo que el propio amor.

3. ¿Quién no ha experimentado alguno en su vida? Ahora bien, flechazo y amor no son la misma cosa. El flechazo dura lo que dura, pero da juego a crear obras con mucha carga emocional. 

Jesús Cristóbal (autor de teatro): "El amor romántico lo he descatalogado, el que me influye es el amor a uno mismo" 

1. Influye de manera bastante potente, tanto en las piezas de microteatro como en las más largas, porque lo considero fundamental en la vida, pero no el romántico, este lo tengo descatalogado, el mío tiene que ver con aprender a amarse a uno mismo y a partir de ahí ofrecerse a otra persona. 

2. Es más generoso como musa el amor. Se ha vendido mucho históricamente que la inspiración viene con el fracaso y el desamor y yo estoy posicionado en el lado opuesto. A mí me funciona más estar en armonía conmigo mismo que frustrado. 

3. Existe desde el punto de vista bioquímico, sexual, atracción física y emocional, sí, pero no como un flechazo de amor, de encontrar a la persona de tu vida, sino del que te remueve y te hace sentir deseo.