A los medios convencionales de búsqueda y rescate de personas y de extinción de incendios por tierra y aire están llamados a sumarse los drones, entre otros motivos, porque ofrecen la posibilidad de volar de noche cuando los helicópteros tienen que parar y rastrear el terreno sin luz mediante cámaras térmicas de visión nocturna. En la Asociación de Voluntarios de Protección Civil Merindades 4x4 lo ven claro y han creado una nueva unidad de búsqueda y rescate que cuenta con estos eficientes medios, ya puestos a disposición de Emergencias 112  y de todos los ayuntamientos de la comarca, así como de particulares que necesiten este servicio de vuelo de drones para localizar a seres queridos.

José Luis Val, integrante de la agrupación desde hace un año, es el experto de la asociación. Comenzó a volar aviones y helicópteros por radiocontrol con 13 años y siempre ha estado muy ligado a la montaña y al mundo de los rescates. Obtuvo el título oficial de piloto de drones  hace cuatro años en el aeropuerto de Bilbao y cuenta con el certificado en AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) como operador de drones, pero hace apenas cuatro meses superó el curso homologado de piloto de drones en búsquedas y rescates.

Fue entonces fue cuando la agrupación que dirige Luis Alberto Ugarte comenzó a plantearse esta nueva actividad. Junto a José Luis Val, dos voluntarios más se están formando para obtener el título de piloto y previsiblemente compren sus aparatos para sumar fuerzas. Val cuenta con ocho drones de diferentes características y preparados para volar en diferentes situaciones. Dos cuenta con cámaras nocturnas, uno de los cuales podría volar con vientos de hasta 90 kilómetros hora, mientras que el otro, con la última tecnología y «con el que no existe la noche», asegura, aguanta vientos de hasta 60 kilómetros hora.

Imagen nocturna y diurna del camping de Trespaderne tomada desde el dron. - Foto: DB

Tiempo valioso. Si existe contacto con una persona accidentada que se ha perdido o desorientado, el dron gracias a sus explicaciones puede llegar hasta ella en mucho menos tiempo que circulando por tierra, ganando un tiempo que puede ser precioso. Además, a través del dron, se puede hablar con esta persona y preguntarle si necesita agua u otras cosas, a lo que puede responder mediante señas, dado que el aparato no recibe la voz, pero si las imágenes a través de la cámara y puede trasmitir voz a la víctima mediante la emisora. El mismo dron podría incluso llevarle agua o alimentos básicos, en caso de necesidad. En cualquier caso, Val insiste en que los servicios de la asociación siempre estarían dentro de un operativo con un profesional al mando, al que tanto él como sus compañeros obedecerían en las labores de rescate o extinción de incendios. «Nosotros solo ponemos la tecnología a su disposición», señala este voluntario de Merindades 4x4.

En mayo, la asociación realizó un simulacro de búsqueda nocturna en Trespaderne y ya después del verano va a solicitar a todos los ayuntamientos que les indiquen «cuales son las zonas donde se producen más incidentes y problemas o las rutas con más extraviados, porque queremos conocer los puntos negros de sus municipios para ir allí a entrenar con los drones». José Luis Val considera que conocer bien el terreno donde se podría producir un suceso sirve para actuar con más eficacia, «anticipándonos a las posibles situaciones de riesgo y evitando la improvisación». Por ello sostiene que «ya podemos actuar, pero nos estamos preparando para estar al cien por cien el año que viene».

«Los drones son una herramienta que ha venido para quedarse», defiende este experto, quien nota cierto rechazo hacia esta tecnología, pero que insistirá para que las fuerzas de seguridad, los equipos de extinción de incendios y medio ambiente tire de esta oportunidad que se les brinda de manera altruista. A ello se suma la capacidad de los 40 vehículos todoterreno de la agrupación, con los que  «podemos llevar a lugares impensables a un equipo de tierra de extinción de incendios o a un equipo sanitario».