El Ayuntamiento de Aranda aprobó inicialmente este jueves el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Después de un largo debate en el que todos los grupos de oposición presentaron sus acuerdos y desacuerdos con lo propuesto por el equipo de Gobierno, el proyecto urbanístico salió adelante con los votos favorables de Vox, Podemos e Izquierda Unida, que dieron la mayoría necesaria al cogobierno de PP y Ciudadanos. Mientras los no adscritos, Mar Alcalde y Sergio Ortega, se abstuvieron y el PSOE votó en contra del PGOU.
Después de que se leyeran la larga lista de condicionantes que tendría la aprobación inicial del plan, como la suspensión durante un tiempo de la concesión de nuevas licencias de obra, o los requisitos de exposición pública que debe cumplir para que no vuelva a caer en los errores pasados que llevaron a anular un plan de ordenación tras cinco años de su ratificación; el concejal de Urbanismo tomó la palabra. Alfonso Sanz afirmó que la aprobación del PGOU es "una obligación impuesta por ley", una obligación que "llevamos 17 años incumpliendo". Además destacó que servirá para que Aranda recupere "las competencias urbanísticas", permitirá "proyectar la ronda interna" y trazar un "modelo de ciudad "del siglo XXI" pensando en la "calidad de vida de los ciudadanos".
Ese aspecto, el del nuevo modelo de ciudad "más saludable" y con "menos densidad de construcción", con "más espacios abiertos", es el que valoró el portavoz de Podemos, Andrés Gonzalo, en las intervenciones previas a dar su voto a favor. Por su parte, la concejala de Izquierda Unida, Vanesa González, confirmó desde el primer momento su apoyo, pero supeditó su respaldo a la aprobación definitiva del plan al trato que se dé a las alegaciones presentadas, línea que también parece seguir Podemos. Para que se escuche más la voz de la oposición, de la sociedad y de los arandinos, la edil de IU solicitó que el plazo de exposición y presentación de alegaciones se ampliara de dos a tres meses, algo que se comprometió a llevar a cabo el equipo de Gobierno.
El apoyo que más sorprendió, al menos después de escuchar el debate en el pleno, fue el de Vox. El único edil de la formación presente en la sesión, Vicente Holgueras, fue muy crítico en sus intervenciones. Le recordó a Sanz sus problemas cuando se opuso a aprobar un PGOU anterior, habló de que la ronda interna requerirá un trabajo de años, de lo difícil de que se desarrolle San Ignacio y lo resumió todo en que lo importante no es el PGOU, sino "la gestión que se haga del suelo".
Muy crítico, incluso más, fue el portavoz del PSOE, Ildefonso Sanz, que declaró que "ahora también se puede hacer la ronda interna", se pueden edificar más de 5.000 viviendas en diferentes zonas y advirtió que el nuevo PGOU "va a impedir el desarrollo industrial" de la ciudad. Además advirtió al resto de la oposición que el Gobierno solo los necesita para la aprobación inicial. Mientras, en los no adscritos, Sergio Ortega, se preguntó si los que "hoy votan sí, luego votarán lo mismo en la aprobación definitiva".