El órgano de la colegiata de Santa María volverá a sonar

S.F.L.
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Tras más de medio siglo en desuso, el párroco de Briviesca pretende restaurar la valiosa pieza y organizar conciertos

El órgano requiere de la sustitución de algunos tubos y una limpieza general. - Foto: DB

El órgano de la colegiata de Santa María de Briviesca volverá a sonar gracias a una restauración promovida por el párroco de la ciudad, Julián Galerón, tras permanecer en silencio algo más de cincuenta años. Al tratarse de un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural requiere de unos permisos y trámites especiales que la Junta deberá entregar.

A pesar de que todavía no se haya presentado la documentación necesaria Galerón asegura que necesitarán del apoyo de las instituciones y de los particulares para llevar a cabo tal actuación ya que con el presupuesto del que dispone la parroquia sería un trabajo «imposible de ejecutar». Si bien, varios vecinos y agrupaciones religiosas de la capital burebana han contactado con el sacerdote para aportar  distintas cantidades económicas para tal fin el religioso asegura que «lo más seguro es que la iglesia organice una colecta especial para llevar a cabo la rehabilitación de la pieza». Un instrumento que según la información aportada por Galerón no se encuentra en tan malas condiciones como se creía en un principio sino que más bien presenta un estado de abandono y acumula mucha suciedad. «Habrá que sustituir algunos tubos y afinarlos pero es una tarea factible», afirma.

Una vez que la restauración se realice -en principio durante 2021- el cura de Briviesca dará utilidad al órgano no solo en celebraciones litúrgicas en los meses de verano, cuando en la iglesia se oficia culto, sino que también pretende organizar conciertos. La pieza, que data del siglo XIX, es la «tercera mejor de la provincia» seguida del órgano de la Merced y el de la Catedral.