El 'jefe' del deporte arandino se va después de 30 años

I.M.L.
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Carlos de la Villa se jubila tras ver pasar por el Ayuntamiento de Aranda a 6 alcaldes y 9 concejales titulares del área que él domina como nadie. «¿Qué población de nuestro nivel tiene un equipo en Asobal, otro en Tercera (...)?», presume orgulloso

En su viaje de novios se despertó su afición por coleccionar todo en torno a los juegos tradicionales y ese fue el germen del actual museo de Aranda. - Foto: Luis López Araico

Carlos de la Villa ya era alguien conocido antes de convertirse en uno de los que mueven los hilos de la programación deportiva municipal en el Ayuntamiento de Aranda. Su familia se vino de Burgos y se asentó en la capital ribereña en 1965, a la que él regresó en 1987 tras completar su etapa formativa y casarse para gestionar durante tres años la Discoteca Palace. Al acabar ese periodo, buscó trabajo y lo encontró en el Ayuntamiento de Aranda, concretamente en la Casa del Deporte, área municipal que no ha abandonado hasta que le ha llegado la esperada jubilación.

30 años, tres décadas, se dice pronto, pero los cambios en la ciudad en general y en el deporte en particular son muchos y, de los segundos, tiene él mucha ‘culpa’. «He visto pasar a seis alcaldes, de tres partidos diferentes -CDS, PP y PSOE-, y nueve concejales de Deportes distintos», enumera Carlos al hacer memoria de todos los jefes que ha tenido todo este tiempo.

Cuando ocupó su puesto en la Casa del Deporte, que se reabrió el 16 de octubre de 1990, lo hizo como laboral y no se sacó la oposición como jefe del Negociado de Deportes hasta 1994. El edificio estaba vacío de contenido y, poco a poco, logró que los clubes deportivos lo hiciesen suyo. «Era un sitio al que no iba prácticamente nadie, y yo instalé una mesa de pin pon, un billar de pool y un futbolín, entonces empezaron a ir chavalitos, a ir los clubes y con la Ley del Deporte del 90 tuvieron que adaptar los estatutos y empezaron a subir todos a pedir ayuda para adaptarse y se empezó a llenar de contenido, se hacían reuniones y cursos formativos», rememora De la Villa.

En todos estos años, este trabajador municipal ha sido testigo y ha colaborado en la mejora del tejido deportivo local para ver el cambio a «mejores gestores, mejores directivos con más preparación, una oferta más amplia que la que había». Pero si hay algo que le sorprendió y que le sigue sorprendiendo es «la diversidad de clubes en la misma disciplina deportiva en una ciudad tan pequeña, porque ha llegado a haber cuatro clubes de fútbol, tres de tiro con arco, dos de balonmano, dos de baloncesto, tres de ciclismo, dos de caza, dos o tres de motos...», que él achaca a que «somos un país de tribus, no somos ni de provincia ni de pueblo».

Uno de los logros de los que está más orgulloso, «con sus luces y sombras», es el programa de deporte escolar que puso en marcha «contra viento y marea» y que es la base para la destacada polideportividad que hay en Aranda. «Es de lo que más orgullosos podemos estar, por la implicación de todos, sobre todo por la de los padres, es un ejemplo de lo que tiene que ser el deporte: conocer varias disciplinas y cuando el niño sea mayor que decida», apostilla.

Entre tanto, en su faceta privada, desarrolló su pasión por coleccionar todo lo que tuviese que ver con los juegos tradicionales que le ha llevado a conocer disciplinas de medio mundo, compartiendo sus conocimientos con otros aficionados fuera a nuestras fronteras, y crear, junto a sus socios de la Asociación La Tanguilla, el Museo de los Juegos Tradicionales en Aranda.

Con estos mimbres bien tejidos, De la Villa deja su desempeño público con la satisfacción de ver el nombre de Aranda muy arriba con la organización del Cross de la Constitución, la Milla Urbana y la más reciente Vuelta Ciclista Junior ‘Ribera del Duero’. «Podemos estar sin duda orgullosos del deporte en Aranda porque ¿qué población de nuestro nivel tiene un equipo en Asobal, otro en Tercera División, todos los deportes que tenemos como oferta de grandes éxitos como hockey patines, montañismo, atletismo, ciclismo, automovilismo, mushing, motocross, quad,...», enumera sin perder de vista que todos estos logros, y los que vengan, no serían posibles sin el deporte base. Porque el deporte es más que competición, es educación, y eso De la Villa siempre lo ha tenido como idea de cabecera.