El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha negado cualquier posible implicación de su Gobierno en la muerte del activista Vitali Shishov, que apareció ahorcado en un parque de Kiev la semana pasada, a pesar de las dudas planteadas por el entorno del opositor en estos últimos días.
Shishov fue hallado sin vida el 3 de agosto, un día después de que la organización para la que trabajaba denunciase su desaparición. Dicha ONG, Casa Bielorrusa en Ucrania (BDU), aseguró que el activista estaba siendo vigilado, presuntamente por el régimen de Lukashenko.
"No era nadie", ha zanjado el mandatario bielorruso en una comparecencia pública este lunes, en la que se ha referido por primera vez al caso. "¿Qué loco iría desde Bielorrusia y lo ahorcaría allí?", ha argumentado, antes de añadir que "no se puede ahorcar a todos" los opositores, según la agencia de noticias rusa Sputnik.
Lukashenko ha exhortado en cambio a las autoridades ucranianas a investigar lo ocurrido, asegurando que los servicios especiales del país vecino eran quienes apoyaban a Shishov.
El presidente de Bielorrusia ha reconocido que las relaciones con Ucrania están en su peor momento y ha denunciado un supuesto tráfico de explosivos y munición desde territorio ucraniano. "Nunca le haremos nada malo a Ucrania si no llenan nuestra patria de armas antes", ha declarado, según la agencia de noticias BelTA.
Lukashenko ha comparecido coincidiendo con el primer aniversario de su polémico triunfo electoral, cuestionado desde la oposición y desde la Unión Europea. La disidencia estima en más de 600 los presos políticos en Bielorrusia, como ha recordado este mismo lunes la principal representante, Svetlana Tijanovskaya.
Uno de los casos recientes más polémicos ha sido el de la atleta Kristsina Tsimanuskaya, que denunció un intento de repatriación forzosa desde los Juegos Olímpicos de Tokio y ha terminado refugiada en Polonia. También generó contundentes críticas el desvío de un avión de Ryanair que cubría la ruta entre Atenas y Vilna y en el que viajaba el opositor Roman Protasevich.
Minsk siempre ha defendido que el avión se desvió por motivos de seguridad y Lukashenko ha dicho este lunes que no le gusta que Protasevich esté en Bielorrusia. "Sería mejor que estuviera en Polonia o Lituania, que encargaron matarlo", ha afirmado, para acto seguido señalar que ahora le toca "protegerlo".
Lo hará, ha esgrimido, "por si le pasa algo como a Shishov". "No tendré nada que replicar. Dirán que el asesinato se perpetró en Bielorrusia y fue Lukashenko quien lo hizo", ha agregado dentro de la llamada Gran Conversación con el Presidente.