La recuperación económica experimentada en los últimos años por nuestro país no ha acabado definitivamente con el subempleo. Aunque el número de ocupados que desearía trabajar más horas ha descendido un 38% en el último lustro, a cerca de 17.000 burgaleses todavía les gustaría encontrar un empleo adicional o alargar su jornada laboral en su propio trabajo o en otro diferente para poder alcanzar un mínimo de ingresos con el que llegar a fin de mes sin pasar demasiados apuros, según el INE.
Esta tendencia a la baja es similar en Valladolid, donde ha caído un 37,7% el número de ocupados subempleados que buscan trabajar más tiempo, al pasar de 36.600 en 2014 a 22.800 en 2018, mientras que a nivel regional el descenso es menor, del 31%, hasta los 99.200 trabajadores a los que su salario no les llega para afrontar con holgura los gastos mensuales y quieren ampliar su jornada.
Según los datos facilitados a este periódico por el Instituto Nacional de Estadística (INE), del total de 154.800 ocupados contabilizados por la Encuesta de Población Activa (EPA) en Burgos al final de 2018, casi un 11% se encuentra en situación de subempleo, entendiendo por tal el «empleo por tiempo no completo, retribuido por debajo del mínimo o que no aprovecha completamente la capacidad del trabajador», como recoge el Diccionario del Español Jurídico (DEJ), elaborado entre el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la Real Academia Española (RAE) para aclarar el lenguaje jurídico.
«Nos encontramos, principalmente, con dos perfiles de personas afectadas por esta situación: las mujeres y los jóvenes», asegura Ángel Citores, secretario provincial de CCOO, que apunta a la «parcialidad» como el «problema principal» del mercado laboral español. «La parcialidad no es una cosa deseada. Habitualmente, la gente intenta buscar un contrato a jornada completa, pero se encuentra con uno a tiempo parcial y salarios muy bajos. Los casos de trabajadores que buscan un trabajo a tiempo parcial son muy pocos», cree Citores.
A la «precariedad» del mercado de trabajo también alude Pablo Dionisio Fraile para justificar estos datos de subempleo, que «habitualmente tiene nombre de mujer». «Son mayoría las mujeres que tienen dos o incluso tres empleos por la precariedad que hay. Tenemos constancia de que muchas mujeres del sector servicios trabajan en varios sitios», sobre todo las que se dedican a la limpieza, enfatiza. «Es terrible, trabajan por la mañana, por la tarde, madrugan...», lamenta el secretario provincial de UGT.
En la misma línea se expresa su homólogo en CCOO, que considera «una auténtica barbaridad» que la solución de miles de trabajadores en nuestra provincia para conseguir un salario digno sea llegar a una jornada completa a base de trabajos parciales.
«Muchas veces los trabajadores trabajan siete días a la semana» y las libranzas son «complicadas y difíciles». «Es una situación perversa», recalca Citores. «La diferencia aquí con respecto a otros países es que trabajar a tiempo parcial fuera es una opción pero aquí no, aquí es lo que se encuentra. Hay quien se ha propuesto que la gente trabaje a tiempo parcial con salarios más bajos para precarizar todavía más el mundo laboral», sentencia y hace referencia al tema de los falsos autónomos, los riders y «estas economías colaborativas que son la esclavitud total».
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