Julián Calero se mostró «orgulloso» de sus jugadores por «el esfuerzo y la solidaridad» que mostraron, pero «descontento con el punto». «Ellos han tirado más, aunque tengo la sensación de que estando 11 en el campo, después de hacer unos primeros 20 minutos muy buenos, podíamos haber conseguido un resultado mejor», explicó Calero, que aseguró que «este es el camino» para poder conseguir los objetivos en la presente temporada.

Sobre la expulsión aseguró que es a causa «del nuevo fútbol». «En mi época de jugador pasaría desapercibida. Ahora hay contacto y te echan. El jugador del Leganés nota el contacto y se deja caer. Efectivamente, Grego impacta con el rostro del rival, pero sin ninguna intencionalidad y sin fuerza excesiva», comentó.

Aseguró que el Burgos que se vio en Butarque «tiene un poco» de lo que está moldeando. «Pero no solo va a ser un equipo solidario y trabajador. Va a tener fútbol, profundidad y desborde, aunque necesita un proceso», aseguró antes de afirmar que todos deben «ponerse las pilas y funcionar». «El punto es una buena base para seguir creciendo», añadió.

Sobre el escaso bagaje ofensivo fue claro: «Poco podíamos hacer. Tuvimos que quitar a nuestro enganche, a Riki, y tuvimos algunos acercamientos interesantes. Con uno menos y con el esfuerzo se nos han ido agotando las fuerzas. Hemos tenido alguna opción de hacer daño, en algún balón parado o en un par de escapatorias en la segunda parte, pero era muy difícil». «En el descanso hemos variado el plan de partido, con Raúl por dentro para cerrar esa zona. Esperamos al descanso para no gastar una ventana de cambios», dijo, y apuntó que con la llegada de Caro tiene «dos muy buenos porteros». «Alfonso es portero mío y estoy encantado con él. La competencia sana es muy buena», concluyó.