La nueva sede de la Policía Local, cobijo para temporeros

I.M.L.
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La construcción, que tenía de plazo hasta febrero de este año, lleva paralizada y olvidada más de 15 meses. El PSOE de Aranda exige que se valle el solar

Salta a la vista que la futura sede de la Policía Local se ha convertido en refugio, con colchones, tendedero y hogueras. - Foto: DB

El esqueleto de lo que debería ser la nueva sede de la Policía Local de la capital ribereña ha pasado de ser una serie de pilares con suelo, techo y paredes de forjado a un refugio para algunos de los temporeros que estos días acuden a la zona a buscar trabajo como vendimiadores. Al menos así lo atestiguan los enseres repartidos en lo que tendría que ser el sótano de este edificio, con colchones, ropa tendida y hasta restos de comida esparcidos junto a las cenizas de una hoguera. Conocedores de esta ocupación, los propios agentes de la Policía Local se han acercado en varias ocasiones en las últimas semanas sin que, al menos en la visita realizada en último lugar, hayan encontrado a nadie, más allá de las pruebas de que este entorno se está utilizando como lugar de refugio para personas sin otro espacio mejor en el que alojarse. 

Esta utilización irregular de un proyecto de edificio de propiedad municipal, que pueden conllevar además un peligro de incendio o accidente del que podría ser responsable el propio Ayuntamiento, la ha denunciado el portavoz del grupo municipal socialista, Ildefonso Sanz, que pone en tela de juicio la pasividad del equipo de gobierno. «Yo mismo me puse en contacto con la señora alcaldesa para avisarla de la presencia allí de un asentamiento de temporeros y personas sin hogar, y me mandó una foto de la inspección que había hecho la Policía Local, diciéndome que no habían encontrado a nadie. Algo normal, porque fueron a una hora en la que estarían trabajando», explica Sanz, que pide que se haga algo para evitar esas condiciones infrahumanas en un espacio que es municipal. «Lo que no se puede es trabajar para que los temporeros no duerman en los cajeros o en nuestras calles pero luego no hacer nada cuando se han colado en una propiedad municipal», critica Sanz, para exigir también una solución urgente. «Tienen que desalojarles de allí y buscarles un alojamiento digno, y después colocar un vallado en condiciones que impida que se vuelva a meter nadie, porque así como está, abandonado, es un peligro para cualquiera que se aventure en él», asegura.

Otro asunto es el motivo por que el que este proyecto lleva paralizado durante los últimos 15 meses. Las vanas explicaciones que ofrece el edil de Obras cada vez que se le pregunta sobre este particular no hacen sino incrementar el desconcierto entre los demás concejales y sembrar la duda de si no habrá algo que intenta ocultar el equipo de gobierno. Sanz confía en que en la próxima comisión de Obras se resuelvan esas dudas y se reactiven las obras de este proyecto porque, asegura, «hay suciedad y humedades, como tarden mucho más van a tener que tirar lo hecho y empezar de cero».

Arca de Noé lista. Mientras tanto, cuando se siguen realizando pruebas PCR a los temporeros que llegan a decenas a la comarca, el Hospital de los Santos Reyes y el Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero respiran algo más tranquilos al haber dejado ya listo el recinto ferial, cedido por el Ayuntamiento de Aranda, para acoger a los vendimiadores que den positivo y no tengan dónde aislarse. 

A la espera de que llegue la primera petición de alojamiento, las instalaciones cuentan con  21 camas listas (aunque se pueden habilitar hasta 160), zona de aseos y duchas, otra habilitada como comedor provista de microondas y cubos para los residuos, que tendrán que sacar los propios aislados, ya que nadie podrá entrar en las instalaciones a no ser por una urgencia médica. De hecho, la comida se les dejará en el exterior, asignada según en número de cama que ocupe cada uno, y tendrán que recogerla ellos mismos. También se ha habilitado una zona de ocio, donde se va a colocar un televisor, y tendrán libre salida a la zona del aparcamiento para salir a pasear o hacer algo de ejercicio, para que sea más llevadero el aislamiento hasta que negativicen el virus.