La Asociación de Amigos del Camino de Santiago, entidad sin ánimo de lucro, gestiona desde hace años el albergue municipal de la Casa de los Cubos a través de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento por el que la agrupación atiende y acoge a los peregrinos todos los días del año y se mantiene con los 5 euros que aporta cada romero. Pero la covid ha trastocado todo y, sin ingresos, la asociación no puede mantener los gastos del edificio municipal, el pago a los trabajadores y la limpieza del ascensor del casco viejo.

Ante esta anómala situación el Ayuntamiento se comprometió en el pleno de abril a aportar una ayuda de 50.000 euros que, a día de hoy, sigue sin concretarse. La asociación, con una deuda de 38.000 euros, planteó dejar la gestión en septiembre, cuando se permitía la reapertura del albergue. Pero la promesa del Instituto Municipal de Cultura de un ingreso inminente les hizo mantener su compromiso con los peregrinos. «No sé por qué no ha llegado aún la ayuda. Nadie nos dice nada», se lamenta Aguirre.

También han hecho oídos sordos, tanto este equipo de gobierno como los anteriores, a las demandas para mejorar la señalética de los accesos a Burgos, la limpieza de algunos tramos y la recuperación de otros. «El dossier está en manos del Ayuntamiento desde hace ocho años», apunta el presidente de la asociación. Ni siquiera se ha cumplido la promesa que el actual alcalde les hizo en 2019 de colocar cinco señales (¡cinco!) en el entorno urbano.