80 años de plenitud creativa

ADRIÁN DEL CAMPO
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Inmaculada Sanz acaba de presentar una novela sobre su pueblo natal, Hontoria de Valdearados, y ya trabaja en un nuevo libro

Inmaculada Sanz, durante la presentación de su libro ‘Remembranzas y reflexiones de una zascandil’. - Foto: DB

A veces con el paso de los años se pierden la ilusión y las ganas por experimentar y seguir innovando. El transcurrir de los calendarios suele ir acompañado de un estancamiento, de una pérdida progresiva de la actividad, pero nada de esto ocurre con Inmaculada Sanz Domingo. A sus 80 años, esta maestra jubilada y natural de Hontoria de Valdearados está viviendo su plenitud creativa. Acaba de presentar su novela Remembranzas y reflexiones de una zascandil. Apuntes de Hontoria de Valdearados y ya está trabajando en su próxima obra, un libro de poemas también sobre la localidad que la vio nacer. Quienes la conocen no se sorprenden porque siempre se ha metido "en muchas historias". "En mi pueblo, las de mi tiempo recuerdan que yo desde la escuela era puntera en la escritura, escribía con pizarra y pizarrín y creo que ya escribía o prosa o poemas", destaca Inmaculada Sanz.

A pesar de vivir en Madrid y haber residido en diferentes lugares, hasta se fue a Venezuela a dar clases, donde se reencontró con el que acabaría siendo su marido, ella siempre tiene un hueco especial para Hontoria de Valdearados, por eso le ha dedicado su último libro y le dedicará el siguiente. "A mi pueblo le tengo mucho cariño, es como excavar en mi mente y ver toda la gran riqueza del pueblo, todo lo que yo aprendí en el pueblo, que es mucho. De hecho, la primera dedicatoria es para todos los paletos del mundo, porque el paleto llamado es una persona con mucha ciencia, mucha experiencia y mucho que enseñar. A mí me enseñó mucho mi pueblo, la escuela de mi pueblo no la puedo olvidar porque tuve una maestra que se llamaba doña Eusebia. Para mí fue como mi guía espiritual en mi profesión", declara la escritora.

Esa relación especial con su pueblo tuvo su culmen este verano cuando Inmaculada Sanz presentó esa novela que ha trazado a través de sus vivencias en Hontoria. Ella misma fue la que llamó al alcalde para darle a conocer su nueva obra y las ganas que tenía de presentarla en el municipio donde creció. Solo puso una condición, que el acto se llevara a cabo en la escuela, aunque en su interior no se pudo realizar por las restricciones sanitarias.

La emoción que sintió Sanz fue inmensa y le hizo verse como "la flautista de Hamelín" al conseguir que tantos vecinos salieran de sus casas superando el miedo a la pandemia. El acto estuvo cargado de momentos emotivos y risas, recordando a las generaciones pasadas. Fue el punto y seguido a una vena creativa que Inmaculada despertó cuando fue pregonera de Hontoria en 2015.