Ante el avance del coronavirus, Aranda de Duero ha querido anticiparse a la mayor ola de contagios que se espera para los próximos días. Para ello, desde este martes por la mañana decenas de voluntarios trabajan en convertir el recinto ferial de la capital ribereña en un hospital de campaña de 200 camas. Las nuevas instalaciones estarán listas en un tiempo récord y la previsión es que este jueves estén operativas. Allí, según informan fuentes sanitarias, se enviará a todos los contagiados por Covid-19 que no pueda asumir el Santos Reyes. Los especialistas ponen como ejemplo a los procedentes de las residencias de ancianos o los positivos aislados. Para atender estas dependencias, desde el hospital comarcal van a llamar a especialistas quirúrgicos, a médicos jubilados y a médicos y enfermeras de Atención Primaria. Desde el Santos Reyes quieren contar con todos los medios posibles después de que entre el lunes y el martes se registraran tres nuevos fallecidos por coronavirus en el hospital. En cuanto a positivos, la cifra ha aumentado, en el mismo periodo, en cinco. Actualmente hay 28 ingresados por Covid-19 en el Santos Reyes, a los que habría que sumar otros siete que están en estudio.

La instalación del hospital de campaña en el recinto ferial aparca, por lo menos a fecha de hoy, la opción de utilizar el albergue municipal de Aranda para atender a los contagiados por coronavirus con síntomas más leves. En el Santos Reyes afirman que es mejor concentrar en un solo lugar al máximo número de pacientes que tenerlos repartidos en múltiples espacios. La diferencia en la capacidad es notable, mientras en el albergue se ofrecían 40 camas, en el recinto ferial la cifra se multiplica por cinco.

A iniciativa de Sonorama. La idea de convertir el recinto ferial de Aranda en un hospital de campaña partió de los organizadores de Sonorama Ribera, la asociación cultural Art de Troya. El equipo que se encarga de alojar a los voluntarios en cada festival fue el que propuso la opción. Basándose en su conocimiento de las instalaciones municipales y en su experiencia albergando gente, encontraron en el recinto ferial el lugar idóneo. Es un espacio amplio, con calefacción, buenos accesos... A partir de ahí, los organizadores del Sonorama trasladaron la propuesta al Ayuntamiento y a los responsables sanitarios y todo fue rodado.

Tras el visto bueno de los profesionales, decenas de voluntarios, unas 20 ó 30 personas de Art de Troya, a las que se sumaron trabajadores municipales y algunos concejales, empezaron ayer mismo a preparar el espacio. Además de la idea y de los voluntarios, Sonorama Ribera aporta todo el material que tiene disponible. Ellos ceden los 200 colchones, sábanas, el cableado, los equipos eléctricos... y a ello se suman las colaboraciones de empresas y colectivos arandinos. El director del festival musical de Aranda, Javi Ajenjo, insistía ayer en que ellos no quieren que esto "trascienda de una forma interesada". "Nosotros solo ponemos un granito de arena. Quién nos iba a decir que la labor de estos 25 años de trabajo nos iba a servir para tener una cantidad ingente de material que fíjate, nos ha valido para montar un hospital de campaña", reflexionaba para luego remarcar que "los realmente importante son los sanitarios y los cuerpos de seguridad".