La ubicación estratégica en el centro del norte peninsular y su condición de cruce de caminos, hacen que Burgos sea una de las provincias clave en el desarrollo de la movilidad eléctrica a nivel nacional. Los planes elaborados desde la industria y los concesionarios de la automoción (Anfac y Faconauto) sitúan en el territorio hasta un total de 2.520 puntos de recarga públicos en un horizonte de una década, una tarea ingente de construcción de infraestructuras dado que  en la actualidad apenas se llega al centenar. De entrada, un reciente estudio cifra en 470 los puntos que deben de estar operativos en Burgos en menos de 3 años, antes de que finalice 2023.  

El mapa diseñado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la patronal de los concesionarios (Faconauto) pretende facilitar e impulsar el mercado de los vehículos eléctricos de batería e híbridos enchufables, para alcanzar las 3 millones de unidades que contempla para 2030 el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

Queda mucho trabajo por delante porque la cuota de mercado de los vehículos eléctricos en España es del 2% y del 4,2% para los híbridos enchufables. Además, España se sitúa a la cola de Europa en penetración del vehículo electrificado y también en instalación de puntos de recarga.

Actualmente, en Burgos hay menos de 300 turismos eléctricos circulando por sus carreteras aunque, a diferencia de otros tiempos, el usuario ha interiorizado el hecho de que hay que afrontar ya el cambio en la movilidad para responder a la crisis climática en la que nos encontramos.  

Así, de acuerdo con Anfac y Faconauto, España necesitará como mínimo 340.000 puntos de recarga operativos en un horizonte de una década, entendiendo como tales el módulo con diferentes tipos de conectores que solo se pueden utilizar por un solo vehículo.

El plan diseñado por el sector del automóvil se articula en tres fases, de acuerdo a las estimaciones de crecimiento del parque móvil eléctrico y la cuota de población motorizable en cada provincia, entre otras previsiones.

En Burgos deberían instalarse 479 puntos de recarga en la primera fase (antes de 2024), 3 de los cuales se ubican a lo largo del corredor de la A-1. Supondría triplicar la oferta de ‘enchufes’ actual.

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