Cinco años de oscuridad en el triple crimen

I. ELICES
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La titular del juzgado 2 de Instrucción, Rebeca Huertos, admite que «no es habitual que el secreto de sumario se prolongue tanto», pero advierte de que el asesinato del matrimonio Barrio Dos Ramos y de su hijo menor es un caso «extraordinario»

En mayo de 2017 Ángel Ruiz acompañó a la Policía en el registro de su casa en La parte. - Foto: Valdivielso

El secreto de sumario es una medida excepcional que toman los magistrados para evitar que sospechosos, imputados  o personas allegadas puedan manipular elementos valiosos para la investigación penal. Se decreta por periodos de 30 días pero resulta habitual que se prolongue durante más tiempo. Ahora bien, que tal providencia pese sobre una causa durante más de un lustro no es normal, pero es lo que pasa con el procedimiento abierto sobre el Triple Crimen de Burgos en la calle Jesús María Ordoño, ocurrido el 7 de junio de 2004 y en el que murieron acuchillados Salvador Barrio; su esposa, Julia Dos Ramos, y el hijo menor de ambos, Álvaro.

Una de las consecuencias de imponer el secreto de sumario sobre un proceso judicial es que defensas y acusaciones particulares están totalmente a oscuras sobre por dónde discurre la investigación y no pueden asesorar a sus clientes. Los abogados personados en el triple crimen coinciden en que es mucho tiempo, pero a la vez advierten de que hay que «esperar al levantamiento para conocer en qué se ha trabajado y qué resultados da».

Pedro Torres, que lleva la acusación particular del hermano de Salvador, Félix, considera que «es extraño un secreto de más de un lustro», pero advierte de que «es decisión de los jueces y solo queda tener paciencia».

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)