Ni cocina nueva ni pizzas

C.M.
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La decisión de denominar paseo de Isla a una vía de nueva apertura tras la edificación de pisos obliga a duplicar los números de los portales, lo que trae de cabeza a vecinos y repartidores

Vista de la nueva calle que comunica el paseo de la Isla con Benedictinas de San José. A la izquierda, las nuevas construcciones. - Foto: Patricia

Un montador tuvo que volver a recoger todos los muebles que había descargado en el portal del número 8 del paseo de la Isla en el que tenía anotado que debía instalar una cocina después de llamar al piso correspondiente y comprobar que allí no era sino en el número 8B situado enfrente. A un repartidor de pizzas le sucedió lo mismo cuando la entrega la tenía que hacer en el 8C. 

Son solo dos anécdotas de la confusión que está generando que se haya denominado paseo de la Isla a la calle de nueva apertura que se ha generado tras la construcción de nuevos bloques de viviendas y que comunica esta vía con la de Benedictinas de San José. A ello se añade que ha optado por numerar los portales con el número 8, que ya existe, aunque añadiendo las letras B y C. «El otro día llamaron a mi casa a las 23 horas por la petición de una pizza y encima el repartidor se enfadó cuando le dije que en esa dirección no la habíamos pedido y pensó que se trataba de una broma», indicó una vecina. 

Algunos vecinos consideran que la denominación elegida puede deberse a que 'vende más' vivir en el paseo de la Isla que en otra calle con otra denominación. «No quedan números disponibles para que sea paseo de la Isla y han decidido duplicar el 8 y añadirle letras porque vende más», asegura Verónica, otra de las residentes. 

Los vecinos del 'antiguo' número, situado en el edificio Beyre, consideran que los problemas se seguirán dando y reclaman que se cambie el nombre de la nueva calle, dado que el paseo de la Isla continúa paralelo a este espacio verde en dirección al barrio San Pedro con los números 11 y 13. 

La comunidad de propietarios ha dirigido un escrito al Ayuntamiento en este sentido a través de su administrador de fincas pero por el momento no han obtenido respuesta. La nueva calle tiene tráfico rodado y también peatonal. 

supresión de salida. El conocido como edificio Beyre está rodeado de un muro al tratarse de un espacio privado de uso público pero que contaba con una puerta para permitir el acceso de vehículos de emergencias y peatones desde la calle Benedictinas de San José. Sin embargo, las obras del nuevo vial han dejado la rasante un metro por encima de la antigua, lo que inutiliza esta entrada. Tras las quejas vecinales, el Ayuntamiento ha accedido a salvar el desnivel con la construcción de unas escaleras y una rampa. 

La comunidad de propietarios no descarta pedir que el entorno pase de ser privado de uso público a privado, de modo que asumirían todos los gastos de mantenimiento pero quedaría vetado al paso del resto de personas.