El San Pablo ha encajado una derrota merecida ante un Iberostar Tenerife que jugó mejor durante los 40 minutos. El partido, que supuso el regreso de Álex López al Coliseum, comenzó con los dos equipos jugando muy bien, pero a los burgaleses se les acabó la gasolina tras los primeros 10 minutos. Después, Marcelinho Huertas tomó el mando del partido y el conjunto insular pasó por encima de los castellanos, sobre todo en la pintura (34-50). A la salida de vestuarios, tampoco llegó la reacción local y el Tenerife se sintió cómodo en una renta que llegó a alcanzar los 18 puntos en el tercer cuarto. El último tramo fue un trámite en el que el San Pablo estuvo negado de cara al aro y no estuvo en ningún momento cerca de la remontada.