Cierran la residencia privada de Espinosa con 13 despidos

A.C.
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La Gerencia de Servicios Sociales puso fecha a la propiedad para que adaptara las instalaciones a la normativa de centros para asistidos, pero se ha decantado por cesar en su actividad en vez de por invertir

Cierran la residencia privada de Espinosa con 13 despidos

Las trece personas que trabajaban en la residencia privada de personas mayores Torrechica, en Espinosa de los Monteros, van a perder su empleo tras el cierre del centro, que se llevó a efecto el pasado día 31 de diciembre. La próxima semana está previsto que la empresa propietaria presente el Expediente de Regulación de Empleo (ERE)de extinción de la actividad, con el que las trabajadoras conocerán las condiciones económicas de sus despidos, tal y como han señalado a DB desde Comisiones Obreras.  

Las empleadas del geriátrico, ubicado en una imponente mansión de estilo colonial en el paseo de la Castellana, están en la actualidad disfrutando de vacaciones u otros permisos pendientes de libranza, por lo que continúan contratadas por la empresa propietaria, que ha preferido no realizar declaraciones a DB. Una vez que sus titulares presenten las condiciones del ERE, se abrirá un periodo de un mes para negociarlas y establecer las indemnizaciones, que correrán a cargo del Fogasa, en el caso de que la empresa acredite que carece de fondos o de bienes para afrontar el pago de las mismas.

La residencia Torrechica contaba con 25 plazas y estaba en funcionamiento desde hace más de dos décadas. Pero, los cambios de normativa en materia de accesibilidad en residencias para personas mayores asistidas, con algún grado de dependencia, han llevado a la empresa propietaria al cierre, al considerar inviables económicamente las inversiones que eran necesarias para adaptar todo el edificio a las exigencias de la Junta de Castilla y León. Según explicaron ayer a DB desde la Administración regional, «en su labor de seguimiento de las residencias de mayores, la Gerencia Territorial de Servicios Sociales detectó que el centro se tenía que adaptar a la normativa de residencias y se notificó a sus propietarios las modificaciones que debían de realizar». Al optar por no ejecutarlas, la Gerencia puso fecha de cierre y el pasado día 31, la empresa materializó la clausura de las instalaciones.

Antes, hubo de reubicar a los residentes que tenían plaza en el centro y que este invierno no estaba al cien por cien, aunque DB no ha podido saber cuántos mayores tenían plaza en Torrechica. Parte de ellos se han trasladado a la residencia espinosiega Nuestra Señora del Carmen, de propiedad municipal y gestionada por una fundación sin ánimo de lucro, la principal competencia para el geriátrico privado que acaba de cerrar. Otros se han instalado en la residencia El Mirador, de Villasante de Montija,  abierta hace ahora un año, así como en la Condado de la Revilla, de Pedrosa de Valdeporres, entre otras.

un varapalo. Para Espinosa, este cierre es un varapalo más, dado el escaso tejido empresarial de la villa, donde ya cesó en su actividad la fábrica de anchoas en 2012 dejando a 19 trabajadores en la calle. El alcalde, Raúl Linares, lamentaba ayer el cese de esta actividad «por la pérdida de puestos de trabajo», la mayoría ocupados por vecinas de la localidad o el entorno más cercano. Asimismo, el regidor manifestó su deseo de que el edificio vuelva a tener actividad económica, bien como residencia, si finalmente otra empresa decide acometer las reformas que son necesarias para adaptar el edificio a la normativa, o incluso como alojamiento turístico, otra de las alternativas que señaló.