Los hosteleros de la ciudad de Burgos son los únicos de toda Castilla y León que no podrán sacar terrazas a la calle desde hoy para reactivar un poco el negocio tras un mes de parón. La Junta disipó ayer las dudas generadas al respecto estos últimos días por las sucesivas declaraciones contradictorias desde el gobierno autonómico, pero suscitó otras sobre la reapertura a partir del próximo jueves. «En Burgos igual no quitamos las restricciones la semana que viene, habrá que ver cómo evoluciona la situación epidemiológica», declaró el vicepresidente, Francisco Igea, en la comparecencia telemática posterior al Consejo de Gobierno.

La reacción por parte del sector fue inmediata y el presidente de la Federación de Hostelería, Fernando de la Varga, no se mostró sorprendido por el anuncio y aseguró que demuestra que la decisión sobre el fin de restricciones en la capital estaba tomada, en contra de lo que la Junta aseguró esta semana, afirmando que iba a dejarla en manos del propio sector. «Esto no ha sido algo que hayamos adoptado ni patronal ni los empresarios, estaba claro y estudiado», señaló el hostelero, insistiendo en que se trataba de un «globo sonda».

De la Varga valoró como «lógico y justo» que se haya permitido a la provincia la reapertura de las terrazas si las cifras sanitarias de la capital «son muy malas» y arrastran al resto de municipios. No obstante, aseguró que el «baile de datos» de los últimos días «es muy peculiar» y que en algún momento «habrá que hablar de los criterios» del Gobierno autonómico y de su grupo de expertos a la hora de adoptar o levantar medidas restrictivas.

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