«El San Pablo mantiene la misma esencia que cuando se fundó»

J.C.M.
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Albano Martínez, gerente y director deportivo del equipo, analiza un año difícil y muy exitoso, así como los orígenes y el futuro de la entidad, ya instalada con comodidad en la élite del baloncesto nacional y con grandes triunfos internacionales

«El San Pablo mantiene la misma esencia que cuando se fundó» - Foto: Alberto Rodrigo

Tres títulos internacionales; una cuarta plaza en la Liga, clasificados para la Copa del Rey y la disputa del play off por el título representan la trayectoria del San Pablo Burgos en los últimos 12 meses. Con menos de seis años de vida, el club burgalés se ha situado en la élite del baloncesto español y ahora tiene el reto de mantener este nivel. Albano Martínez es el director deportivo y será el encargado de liderar la remodelación de la plantilla, comenzando por el entrenador, Joan Peñarroya, que después de dos temporadas parece lejos del club burgalés. Albano Martínez considera que, independientemente de los nombres, el San Pablo debe mantener su esencia y sus señas de identidad.

¿Cómo se puede valorar una temporada que ha concluido con tres títulos internacionales?
Es un balance extraordinario. Y diría más, muy difícilmente igualable. Creo que el único que pensaba que podíamos conseguir esto es Félix, pero es porque él siempre es muy positivo. Siempre dijo que íbamos a ganar la Champions, luego la Intercontinental y de nuevo la Champions. Seguro que si le preguntamos ahora dirá que hay que ganar la siguiente. Estamos viviendo un cuento, en una nube, pero con los pies en el suelo. Hay que disfrutarlo, aunque sabiendo que pueden llegar momentos peores, que no tienen por qué ser malos. No ganar la Champions el año que viene puede pasar, y debemos ser conscientes de que  puede suceder. Todo lo que se ha vivido este año es para enmarcarlo, es para estar muy satisfechos.

A nivel económico, sin embargo, ha sido un año más difícil.
Muy complicado, con mucho trabajo extra para cuadrar cuentas. Hemos rondado los 2.000 PCR, hemos hecho en torno a 250 serologías, y unos 300 test de antígenos. Además, hemos tenido que adaptar todo para que todo el mundo esté en condiciones óptimas. Teníamos un presupuesto preparado para ello pero nos ha superado con creces. Hemos tenido dos brotes de COVID, con lo que ello conlleva, sobre todo a nivel psicológico, creando esa sensación de miedo que hemos vivido. Es algo con lo que hemos tenido que convivir, afrontarlo. A pesar de todo ello lo hemos superado y el equipo ha salido fortalecido de esas situaciones. Pero no ha sido fácil.

¿Cuál ha sido el mejor momento de la temporada para Albano Martínez?
Es difícil elegir uno. Después del primer brote los jugadores quisieron jugar el partido contra Fuenlabrada por la rabia que sentían. Fue un momento muy difícil. Era el primer equipo que entraba en brote, había muchas dudas, de hecho a partir de ahí se cambió la norma; y me quedo con ese compromiso de los jugadores, del staff técnico, por jugar ese partido. Se dejaron la piel, acabaron exhaustos. Los títulos están ahí pero me quedo con ese compromiso de los jugadores para estar al servicio del club.

¿Y los peores momentos?
Precisamente las situaciones vividas por la pandemia. Recuerdo ese segundo brote, cuando fueron cayendo los jugadores. Se creó un estado de alarma dentro de la plantilla muy grande. Fueron dos fines de semana muy duros y, además, en uno de ellos, falleció mi madre. Pensamos que había segunda infección de Omar Cook y eso afectó mucho a los jugadores, fue brutal. Los médicos les explicaron la situación, muchos jugadores tenían miedo a volver a infectarse.

¿Cómo manejó toda esa situación?
Intentando transmitir tranquilidad. Hablé con los servicios médicos para que explicasen la situación. Había que decir las cosas claras de lo que estaba sucediendo, pero con mucho tacto. Lo mejor es ir de cara con ellos.

(La entrevista completa, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)