Burgos pide ayuda a la CHD con el humedal de Fuentes Blancas

C.M.
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El concejal de Medio Ambiente se ha reunido con la presidenta de la Confederación para avanzar en el proyecto. Será necesario cambiar el sistema de llenado de agua y también se contempla una pasarela de madera

La laguna, de unas tres hectáreas, presenta un tono verduzco. - Foto: Luis López Araico

El Ayuntamiento se ha marcado como objetivo que los burgaleses disfruten al máximo de los espacios verdes con los que cuenta la ciudad. Uno de ellos es el humedad de Fuentes Blancas, un antiguo meandro del río Arlanzón desecado por las obras de construcción de las autovías aledañas. Hace veinte años comenzó su recuperación como zona inundada y su acondicionamiento para la visita con senderos, observatorios de aves y un cierre perimetral para proteger tanto la flora como la fauna. 

Sin embargo, el paso del tiempo ha hecho que la superficie de agua, de unas tres hectáreas, se encuentre estancada, llena de algas y suciedad. La Concejalía de Medio Ambiente lleva tiempo queriendo elaborar un plan para la regeneración de este espacio natural. El concejal del área, Josué Temiño, ha mantenido varias reuniones con la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Cristina Danés, para lograr la colaboración de esta institución. 

Técnicos de ambos organismos visitaron el humedal para conocer su estado. En la actualidad se llena de agua a través de un tubo desde el río Arlanzón pero el volumen es muy reducido, lo que está causando eutrofización (contaminación del agua) y como consecuencia hay muy poca vida piscícola y anfibia, únicamente hay alguna ave. «La solución técnica que se dio en su día no fue la correcta, dado que la toma interior en el meandro del río, casi de manera perpendicular al sentido del flujo del agua, no es adecuada», explica. A ello se añade que existe un «defecto en la pendiente del tubo que va desde el río al humedal, está muy horizontal en el arranque en el que toma el agua y el caudal es muy escaso».  

Varios elementos de observación están deteriorados. Varios elementos de observación están deteriorados. - Foto: Luis López Araico

Un canal. La propuesta pasa por anular el actual sistema de captación y trasladarlo unos metros aguas arriba para ganar cota. La conexión con el humedal se realizaría a través de un canal naturalizado de unos cien metros de longitud. El proyecto incluiría actuaciones para mejorar la calidad ecológica como la construcción de una pasarela de madera, la adecuación de los miradores, retirada de vallas, plantación de nuevas especies y colocación de señales para proteger el área. 

De ahí que se haya planteado una colaboración entre administraciones, dado que habría que redactar un proyecto y ejecutar la reconexión del humedal con el río Arlanzón. En este sentido, también se podría acudir a alguna convocatoria de fondos europeos. «Es un espacio con una biodiversiodad y calidad ambiental impresionante pero está deteriorado», precisa, al tiempo que no descarta que se tomen muestras de suelo y agua a través de un contrato menor por parte de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento para conocer más a fondo su estado. 

El humedal se inauguró en el año 2003 cuando Ángel Olivares era alcalde. Tiene 70.000 metros cuadrados de terreno, de los que 36.000 están ocupados por la laguna. Fue en 2015 cuando la entonces concejala de Medio Ambiente, Carolina Blasco, impulsó la construcción de una pasarela peatonal sobre el cauce Molinar para dar acceso desde La Ventilla. También se colocaron dos observatorios de madera para que los visitantes pudieran observar las aves que anidan en la lámina de agua y se instalaron distintas señales. Desde entonces, los trabajos se centran en sanear el arbolado mientras la laguna presenta un tono verduzco y está estancada.