El Banco Santander suscribió hace justo un mes con los sindicatos el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que contempla la salida de 3.223 empleados y el cierre de 1.150 oficinas de su red comercial, incluidas las heredadas tras la compra del Banco Popular. En Castilla y León, el ajuste de esta red sería del 32%, es decir, 108 de un total de 340 sucursales, mientras que en Burgos afectaría al 25% de las 40 localizaciones, 10 en términos absolutos. Media docena de ellas cerrarán o serán traspasadas en los próximos meses, según fuentes sindicales, que indican que municipios como Miranda de Ebro, Medina de Pomar, Salas de los Infantes o Villarcayo perderán una sucursal.
Mientras, en otras localidades como Melgar de Fernamental o Espinosa de los Monteros la entidad bancaria utilizará la figura del agente comercial para seguir presente en estas zonas de la provincia a finales de verano.
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