'Boom' ciclista en el párking de empleados del HUBU

H.J.
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Con el fin del invierno la barandilla más cercana a la puerta llega a acoger hasta 50 bicicletas. La concesionaria, dispuesta a habilitar una zona específica para ellas "si fuera necesario"

La interminable hilera se extiende decenas de metros en los días de mayor demanda - Foto: ALBERTO RODRIGO

El aparcamiento de trabajadores del Hospital Universitario acoge también el aparcabicis más grande de la ciudad y seguramente de la provincia. Medio centenar de vehículos de dos ruedas se pasan las mañanas atadas a la puerta, y a falta de un aparcabicis oficial lo hacen a lo largo de una larguísima barandilla que algunos días casi se ve desbordada.

La finalización de la parte más cruda del invierno, el cambio de costumbres en la movilidad debido a la covid y el cada vez más frecuente uso de este medio de transporte están formando el cóctel perfecto para multiplicar la presencia de bicis desde hace un par de semanas. La demanda de hueco llega hasta un punto que, según apuntan algunos trabajadores, "hay días que a las 8,30 ya no se encuentra sitio cerca de las puertas y tienes que alejarte un buen trecho para poder candarla".

Algunos usuarios habituales han subrayado en las redes sociales la ausencia total de úes invertidas. Existe un pequeño aparcabicis cerca de la parada del autobús, junto al ascensor que te lleva al vestíbulo principal, y otro junto a la taquilla del párking destinado al público, pero no en la zona por la que entran los empleados.

En efecto, la concesionaria que gestiona la parte no sanitaria del HUBU reconoce la falta de este equipamiento, pero asegura que no hay constancia "de ninguna solicitud por parte de los empleados del hospital en este sentido" y añade que "si fuera necesario, podría ponerse".

David Blanco, miembro de Burgos con Bici y enfermero del hospital coincide en que en general los ciclistas están "satisfechos con el statu quo. No hay un lugar más cercano a la entrada de los trabajadores y yo creo que la forma en la que se están aparcando las bicis no es ninguna molestia y a nadie le entorpece". La franja del aparcamiento donde se candan no tiene circulación de coches y el paso permanente de empleados contribuye a que sea medianamente seguro para evitar robos de bicis completas o sustracción de piezas.

Resulta llamativo, sin embargo, que ante la proliferación de ciclistas urbanos no haya un lugar para dejar de manera ordenada estos vehículos y que los usuarios tengan que recurrir a una verja para depositarlas sobre ella, aunque sea de forma pacífica y libremente autogestionada.

Peligrosísimo acceso. Mucho más problemáticos que la falta de un aparcabicis son los accesos ciclistas al HUBU, absolutamente inexistentes. Juan Manuel de Vicente, jefe de unidad de Anestesia y ciclista urbano desde hace muchos años, denuncia que "en las mañanas de invierno, cuando todavía es de noche y con un intenso tráfico de hora punta, literalmente te juegas la vida". Recuerda que en el viejo hospital Yagüe "los de la bici éramos cuatro monos", pero desde el traslado a la avenida Islas Baleares en 2012, cuando las distancias crecieron para la mayoría del personal, el uso no ha dejado de crecer.