El último informe sobre la fiscalización de determinadas áreas del Ayuntamiento de Burgos en el ejercicio 2016, emitido por el Consejo de Cuentas de Castilla y León y que se entregó ayer en las Cortes regionales, no deja precisamente en buen lugar al Consistorio. El órgano, encargado del control de la gestión económica, financiera y contable del sector público de la comunidad autónoma, ahonda en las formas en las que se adjudicaron ese ejercicio las distintas subvenciones municipales.
Según el análisis que ha llevado a cabo, de las 97 líneas de ayudas que se tramitaron, 76, es decir, el 83%, fueron en régimen de concesión directa, es decir, ‘a dedo’, por las 21 de concurrencia competitiva, comparando entre todas las ofertas y escogiendo una según una serie de criterios de valoración previos. Es por ello que ha urgido al Ayuntamiento a «examinar exhaustivamente» los procedimientos seguidos para revertir esta situación, así como la implantación de un régimen de seguimiento y evaluación continua, mediante indicadores, que permita comprobar el grado de consecución de estos objetivos y facilitar la toma de decisiones.

[más información en la edición impresa]