La sede de Podemos Burgos, en la calle San Francisco, 28, echará el cierre si la formación no logra financiación para seguir manteniéndola. La disminución de la representación regional tras las elecciones de mayo a tan solo dos procuradores (uno por Burgos) ha hecho que no se pudiera formar grupo propio en las Cortes y, por lo tanto, los ingresos se han visto resentidos.

Y es que era la organización regional era la que sostenía con su ayuda el alquiler del local y los suministros (agua, calefacción e internet), que suponían unos 500 euros al mes. Los dos concejales que la formación morada obtuvo en el Ayuntamiento de la capital tampoco realizaban aportaciones, de modo que el cierre podría producirse a lo largo de este mismo mes.

Un grupo de inscritos trata de conformar una asociación bajo la denominación de La Morada para contribuir al mantenimiento del bajo de la calle San Francisco en el que esta organización también tendría su sede.

La idea sería que las personas que formaran parte de esa asociación aportaran 20 euros al mes para poder pagar el alquiler y los gastos dado que contar con una sede da visibilidad a la imagen de marca. En este sentido, se ha dado una semana a los inscritos para que den una respuesta y ver si el viable su mantenimiento. Sería necesaria la contribución de al menos 25 personas. «La decisión del cierre viene de la dirección autonómica, que ha anunciado que no  lo seguirá pagando por la bajada de ingresos debida a la menor representación tras las elecciones, pero vamos a ver si desde el ámbito privado mediante una asociación se puede mantener. Ha pasado igual en otras provincias», indicó el secretario general del Consejo Ciudadano, Ignacio Lacámara.

A diferencia de otras formaciones políticas, los inscritos en Podemos no pagan ninguna cuota, de modo que no cuenta con estos ingresos. Sí pueden hacer aportaciones de manera voluntaria o colaborar en las campañas electorales.

El local se inauguró en abril de 2017 con la presencia del secretario regional, Pablo Fernández, con el objetivo de «ser un espacio de trabajo para hacer política y un lugar abierto con la sociedad civil donde todas las personas que quieran trabajar y aportar su conocimiento tendrán un espacio en ella», se dijo en el discurso inaugural.

Lo cierto es que estas instalaciones han servido para realizar las reuniones de los círculos que antes se hacían en centros municipales de barrio o en el edificio de sindicatos, las ruedas de prensa de los concejales, de los procuradores (llegó a haber dos por la provincia) o del diputado que la formación morada obtuvo en la anterior legislatura, así como para el seguimiento de las jornadas electorales.