Las claves del éxito del San Pablo

CARMELO PALACIOS
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El San Pablo ha sido una de las revelaciones de la Fase Final de la Liga Endesa gracias a su estado físico, la irrupción de actores secundarios y su fe en el triunfo, llegando a jugar la semifinal frente al Barcelona

Los jugadores del San Pablo festejan un triunfo en La Fonteta. - Foto: Valdivielso

Recién iniciada la campaña de abonados y confirmadas las salidas de jugadores tan importantes y queridos como Ferran Bassas o Augusto Lima y la llegada del base norteamericano Alex Renfroe, echamos la vista atrás para conocer las claves del éxito del San Pablo Burgos esta atípica temporada. 
Nadie contaba con el equipo burgalés al inicio de la Fase Final Extraordinaria de la Liga Endesa. La ausencia de Earl Clark y, sobre todo, las extrañas circunstancias que rodeadan a la competición pronosticaba la despedida en la primera semana.  
Fue todo lo contrario. Los azulones se convirtieron en la revelación del torneo y se colaron en semifinales contra todo pronóstico. Tan solo el gran potencial del Barcelona pudo acabar con un equipo que llegó en buenas condiciones físicas, formó un grupo unido e hizo que todos los jugadores se sintieran importantes.
De los cinco partidos de la fase de grupos, compitieron en todos hasta el final y lograron sacar tres victorias, una de ellas contra el Real Madrid. También doblegaron al Zaragoza y al Andorra, y cayeron ante el Gran Canaria en la prórroga y frente al Valencia en los instantes finales. Una actuación que les sirvió para dejar en la cuneta a los blancos y ganarse los halagos del mundo del baloncesto nacional. He aquí algunas de las claves que llevaron a los burgaleses a lograr la gesta.

Todos suman. Mermado por las bajas, el San Pablo se hizo grande ante la adversidad. La lesión en los días previos de Álex Barrera, junto a la ausencia de Goran Huskic le dejaron en cuadro.

Albano Martínez se movió rápido en el mercado y ‘pescó’ a Pablo Aguilar. No  realizó ni un solo entrenamiento en el Coliseum y sin embargo, su rendimiento fue extraordinario. Se adaptó al grupo de manera espectacular.

Estado físico. Desde el minuto uno hasta el toque de la bocina frente al Barcelona en las semifinales, los jugadores de Joan Peñarroya han exbibido un excepcional estado físico. Evidentemente el cansancio pesaba en las piernas pero con menos intensidad. 

La preparación física llevada a cabo por Daniel Hernández ha dado unos grandes resultados. Trabajó virtualmente durante el confinamiento con toda la plantilla. En El Plantío mantuvo sesiones específicas y lospuso en órbita para Valencia.

Unión. Son buenas personas y buena gente. Estas cualidades siempre las ha destacado Joan Peñarroya de sus jugadores. Pero además se han visto engalanadas por la unión y complicidad que han mostrado durante toda la competición. Ni una mala cara, ni un mal gesto... Todos eran una piña y las canastas y los éxitos eran de todos. No había individualidades; solo equipo.

Durante tres semanas, prácticamente confinados, la armonía ha reinado entre ellos.

Fe. Desde el primer momento han confiado en sus posibilidades y sin levantar grandes revuelos han apostado por ir día a día y pelear cada partido como si fuera una final. No han escuchado elogios y parabienes; se han centrado en su trabajo y en la misión de pasar la primera fase y llegar lo más arriba posible.

Han tenido fe en si mismos y eso les ha valido para terminar la Li¡ga Endesa 19-20 como el cuarto equipo de España.