El inesperado 'boom' del autotest

R.E.M
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Las farmacias se vieron «desbordadas» ante la «locura» de los burgaleses por conseguir estas pruebas nasales durante la primera semana de venta libre. En los últimos días se ha normalizado, pero la demanda aún es muy alta y rápidamente se acaba el st

La venta libre de pruebas de autodiagnóstico arrancó el jueves 22 de julio y su éxito es innegable. - Foto: Patricia González

Como una «auténtica locura» recuerdan los farmacéuticos de Burgos los primeros días en los que pudieron vender las pruebas de autodiagnóstico de infección por SARS-CoV-2 sin necesidad de receta médica. Aseguran que se vieron «desbordados» ante la gran demanda que recibieron durante esas jornadas, en las que se llegaba a agotar el stock de inmediato. Y aunque lo cierto es que ya se va normalizando la situación, aún sigue habiendo un elevado número de pedidos diarios para poder descubrir si se está contagiado o no.

«Teníamos incluso lista de espera y en cuanto llegaron se agotaron en horas», explica María del Álamo, cuya farmacia se ubica en avenida del Cid, 43. Ese mismo jueves 22 de julio comenta que vendieron unos 90, y que durante ese fin de semana «tuvimos más de un centenar de llamadas preguntando si teníamos». En un principio decidieron optar por la prudencia y tampoco solicitaron demasiados por temor a que la gente no acudiera a comprarlos. Sin embargo, afirma que «en la primera semana, contando con que cuatro días no recibimos, vendimos más de 500» a la vez que insiste que «se nos han acabado cada vez que hemos recibido».

En la misma línea se expresa Andrea González desde la Farmacia Gran Teatro -en calle Vitoria, 20-. «Nos hemos visto desbordados en el momento en el que dieron el apto, fue una locura porque todo el mundo lo quería», manifiesta, y añade también que durante los primeros días fue un auténtico «boom» y, de hecho, recuerda que antes de abrir a las 9,30 horas ya había cola para adquirirlos «cuando el pedido aún ni nos había llegado». Ahora no hay ningún problema para encontrarlos y se suelen vender a diario unos 20 o 30.

Estas ganas por hacerse con un test rápido de antígenos para detectar el SARS-CoV- 2 tienen como principal explicación la fuerza de la quinta ola de contagios en la provincia y la llegada de unas vacaciones donde muchos querían ir más seguros, tal y como cree Miguel López de Abechuco, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Burgos. Explica que la gente suele manifestar que desea «un control plus, algo más», que finalmente están encontrando en esta útil herramienta cuyo precio oscila entre los 7 y los 11 euros.

Considera López que «siempre es positivo que haya una herramienta de autodiagnóstico», aunque aclara que «lo importante es saber interpretar los resultados». Para eso se suele aconsejar a los pacientes que no se genere demasiada confianza cuando es un negativo, al poder estar en un periodo de incubación, y que se tome, por lo tanto, con cautela. En caso de dar positivo precisa de una confirmación y un aviso a las autoridades y al centro de salud para que se haga un seguimiento de esa patología. «Detectar esos que de otra manera no se hubieran detectado siempre es bueno para evitar el contagio entre su entorno y aunque se pare solo un 20% ya es muchísimo», defiende López.

La venta libre de autotest ha coincidido con un momento en el que únicamente faltan por vacunarse niños y jóvenes, precisamente los principales clientes de esta prueba nasal. En el caso de los niños el objetivo era conocer si tenían la infección antes o después de acudir a campamentos, pasar unas vacaciones en familia o juntarse con sus abuelos. Entre los jóvenes, grupo de edad donde se han concentrado los contagios, también arrasaron tras haber tenido algún contacto cercano o alguna duda. Lo que se persigue con esto, en definitiva, es ayudar a ralentizar la transmisión del virus mediante la detección del positivo cuanto antes así como el autoaislamiento temprano.

Mascarillas. Y lejos de lo que se podía llegar a pensar aquel sábado 26 de junio cuando dejaron de ser obligatorias las mascarillas al aire libre, desde las farmacias no han notado menos ventas de este elemento básico de protección por esta razón. El espectacular aumento de la incidencia se alza como una de las principales causas así como el hecho de aún resulte necesaria en la mayoría de momentos del día a día. «Es obligatorio en todos los sitios donde tú puedas estar con alguien y además todo el mundo la lleva», comenta González para explicar que se venden igual que los meses previos. Del Álamo matiza que incluso «ha subido la venta en julio si se compara con junio» precisamente por la fuerza de esta última ola en Burgos.