Un paso adelante contra la violencia

I.P.
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Las Yayas de Pradoluengo graban una coreografía en apoyo a las víctimas del machismo a ritmo de 'Te lo digo todo y no te digo na', de Rosario Flores, haciendo resaltar el color morado

El grupo de mujeres en un momento de la grabación, con la mariposa morada en la solapa y pañuelo del mismo color. - Foto: DB

Siempre llegas a la misma hora, haces que me sienta sola. No me cuentes más historias, que no me sirven pa na. Tengo mil calambres por mi cuerpo, y te busco y no te encuentro. De qué valen los secretos que no me sirven pa na. Te lo digo todo y no te digo na... Mira que ya no lloro por los rincones. Te lo digo todo y no te digo na...

Al ritmo de esta canción de Rosario Flores, toda una queja contra la soledad y la incomprensión con la que podría empezar la decadencia de tantas parejas, el grupo de mujeres conocidas como Las Yayas de Pradoluengo, ha vuelto a 'moverse' después de un año sin actividades a causa de la covid. El momento y el motivo han merecido la pena así como las horas de ensayo de esta coreografía, dirigida por Blanca López, que han estrenado  coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Es su contribución a esta fecha y su apoyo a todas las que sufren esa violencia.

Como es habitual en sus grabaciones, Las Yayas visten de negro, pero en esta ocasión complementan ese atuendo oscuro con el color símbolo de la lucha femenina por la igualdad de género, el morado, con un pañuelo en sus cuellos y una mariposa en la solapa.  

No es baladí la historia de esas mariposas, porque están tejidas a ganchillo por Juncal Erquicia, la madre de la coreógrafa, una mujer de 82 años que lleva confeccionadas unas 1.200 y que reparte todo el año, y especialmente estos días entre asociaciones y colectivos de mujeres, pero sobre en la asociación El latido de las mariposas, que se dedica todo el año a divulgar la igualdad de género por colegios, congresos y otros actos. A la asociación llegan las mariposas moradas de Juncal a través de Blanca, y sus socias las reparten en cada uno de los actos en los que participan para abordar los temas de igualdad de género y contra la violencia sobre las mujeres. 

Juncal Erquicia, aunque no reside habitualmente en San Vicente del Valle, donde vive su hija, pasa buena parte del verano en la localidad y pertenece también a Las Yayas, participando en las diversas actividades que éstas llevan a cabo en Pradoluengo y el entorno.