El Ayuntamiento de Pancorbo acaba de aprobar una dura normativa para regular su punto limpio. Una instalación en la que como explica su alcalde, Javier Cadiñanos, en los últimos tiempos se han cometido infracciones que han llevado a la administración local a meditar si la mejor opción era clausurar este espacio. "Al final la opción era suprimirlo y que lo llevaran a Miranda o tener el servicio más controlado", recalca el edil, que remarca que por este motivo se ha elaborado la ordenanza. En ella se establecen sanciones leves, graves y muy graves. Para las infracciones más dañinas se han establecido multas que van desde los 45.001 euros hasta el 1.750.000.
Cadiñanos afirma que este espacio se pensó para que los vecinos pudieran dejar residuos como "electrodomésticos o colchones, elementos sencillos" que poco a poco dieron paso a otras sustancias como "aceite de coches o uralita", lamenta. Las faltas más graves se vinculan ahora con residuos peligrosos o el impedimento del uso del punto limpio a otras personas. Además para graduar el tipo de sanción se atenderá a aspectos como el grado de intencionalidad, el daño producido, la reincidencia o "la malicia participación y beneficio obtenido".
Al margen de las sanciones muy graves, en una escala por debajo se marcan multas de entre 901 euros a 45.000 para las consideradas graves. Estas cantidades se impondrán a las personas que reincidan en dos faltas leves dentro del mismo año o las que abandonen residuos no peligrosos de cualquier tipo en las inmediaciones del punto limpio. Por último los que infrinjan de manera leve la ordenanza tendrán que pagar 900 euros, cantidad que se impondrá por depositar mezclados los residuos, fuera del contenedor o a dejar materiales no indicados en la ordenanza.
Lo que se permite entregar son básicamente residuos metálicos de hogares, restos de obras o de madera. Además entre los menos voluminosos se encuentran el papel o el cartón, los vidrios, fluorescentes y cristales o pilas, aunque todo lo que se deposite en la instalación tendrá que estar correctamente entregado.
En este sentido todas las entregas deberán producirse con la presentación del DNI, con una explicación de la naturaleza de los residuos y una licencia de obra, si se trata de escombros o elementos similares. También se limita la entrega de los residuos a particulares y pequeños comercios, que son los que tienen una superficie inferior a los cien metros cuadrados. Cada uno de los vecinos que esté autorizado tiene limitaciones con un máximo de diez kilos de papel al día, un frigorífico, un colchón o un máximo de 60 kilogramos de madera o un mueble.Quedan excluidos los residuos con un origen industrial o de grandes superficies. Entre los elementos expresamente prohibidos se cuentan neumáticos, vehículos, uralita con amianto, materiales inflamables o infecciosos. Por último también se incluyen los que puedan ser tóxicos o radiactivos.Además de los productos también se remarca que los residuos se tienen que depositar en el interior del contenedor que corresponda, sin que se puedan mezclar elementos de varios tipos.