Lecciones del curso covid

P.V.
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La comunidad educativa da una buena nota a un año escolar en el que los alumnos han demostrado su capacidad de adaptación

Una docente echa gel a un alumno antes de entrar a un colegio público de Burgos. - Foto: Jesús J. Matí­as

Pocos apostaban por un curso presencial tras los meses de confinamiento y sin ningún colegio cerrado al completo por acumulación de casos de coronavirus. Pero la realidad ha quitado la razón a muchos de los pesimistas que en septiembre de 2020 no veían con buenos ojos la vuelta a las aulas y la presencialidad ha sido un «éxito» gracias a toda la comunidad educativa, en especial a los alumnos que han demostrado su capacidad de adaptación a los cambios de protocolos, las mascarillas o las distancias de seguridad.

A pocos días de dar por concluido el curso «covid» y ya con la mirada puesta en lo que se puede mejorar para el próximo, el año escolar se cierra, según los últimos datos facilitados por la Consejería de Educación y a falta de sumar los de esta semana, con 1.181 casos de coronavirus confirmados entre los alumnos -aproximadamente el 0,33% de los 347.575 que iniciaron el curso en Castilla y León-. Cifras que avalan la presencialidad por la que la Comunidad siempre apostó.

«Fuimos muy ambiciosos evitando la semipresencialidad por la que se decantaron la mayor parte de las autonomías y, nueve meses después, las medidas que entonces se establecieron han resultado ser efectivas y lograr garantizar el derecho fundamental que es la educación», incidió hace unos días la consejera de Educación, Rocío Lucas.

Unas clases presenciales que también son lo más valorado por los representantes de la comunidad educativa, tanto familias como centros y sindicatos, que califican de «éxito» el desarrollo del curso 2020-2021 con las lecciones que se deben extraer para mirar hacia el futuro. La secretaria de Enseñanza de UGT en Castilla y León, Beatriz García González, destaca que la labor principal de este logro se la han llevado los docentes y los equipos directivos de los centros. «Se cambió cuatro o cinco veces el protocolo, empezamos de una forma caótica y se ha hecho un esfuerzo muy importante por parte de los alumnos, el profesorado y las familias», incide. García recuerda como al principio nadie se aclaraba con las cuarentenas o los contactos estrechos: «Ha habido que ir puliendo los protocolos». Con el paso de los meses se demostró que la apuesta por la presencialidad había funcionado.

Una visión que comparten desde Anpe, con un curso «muy complicado» y que ha estado condicionado totalmente por las medidas sanitarias, como asegura su responsable regional, Pilar Gredilla. «Ha terminado con «el profesorado muy cansado», aunque reconoce que la reducción de ratios ha demostrado que se puede ofrecer una atención mucho más individualizada al alumno, lo que supone un salto en la calidad educativa junto con la reducción de la jornada lectiva.

Desde Csif han ido más allá y han elaborado una encuesta entre el cuerpo docente que revela que el 94,1 por ciento asegura haber sufrido «estrés, angustia o hartazgo» durante el curso por la pandemia. Además, respecto a la valoración del año de la covid en las aulas, la mitad del profesorado consultado reconoce que ha sido «regular».

Elena Calderón, responsable de CCOO Enseñanza en Castilla y León, destaca que sin duda ha sido un año difícil. «Lo que sí es cierto es que al final ha sido un éxito, los centros han funcionado gracias al esfuerzo que se ha hecho este curso y a la apuesta, como nosotros defendíamos por la presencialidad», dice. Desde Stecyl consideraron también que ha sido un curso «muy duro» en el que se ha demostrado que la reducción de ratios mejora la atención a la diversidad del alumnado.

Aciertos

Las dos confederaciones que representan a las familias de Castilla y León, así como una de las asociaciones centros concertados de la Comunidad coinciden en que la apuesta por la presencialidad fue un acierto. «Había muchas presiones y yo creo que hemos acertado con la vuelta a las aulas», asegura David Moya, presidente de Confapacal, que incide en que ellos fueron de los pocos que no se mostraron pesimistas. Entre las cosas más positivas destaca la reducción de ratios, que se ha visto que funciona tan bien en un corto espacio de tiempo, y entre los aspectos negativos las complicaciones para conciliar que se han tenido este curso sin extraescolares.

Una opinión compartida desde Confarcale, la confederación que representa al medio rural. Antonio González, su presidente, subraya además que el handicap al que se han enfrentado en los municipios por los problemas con la cobertura y el acceso a las nuevas tecnologías. También desde Fecampa, su presidenta Ángela Melero valoró el esfuerzo de los alumnos por el cumplimiento de las normas, lo que ha posibilitado que el curso haya sido cien por cien presencial y comparó la situación vivida en Castilla y León con otros países europeos como Alemania, donde los niños no han podido acudir a clase con normalidad. Respecto al próximo curso, los tres creen que todo dependerá de la situación epidemiológica de septiembre.